Cristiano Ronaldo, jugador de la selección de Portugal, tiene que demoler parte de su mansión de 2,7 millones en la capital del país.
Temas cubiertos
Cristiano Ronaldo, jugador de la selección de Portugal, tiene que demoler parte de su mansión de 2,7 millones en su país de origen por haber construido sin permisos una cancha de tenis y un anexo.
Cristiano Ronaldo tiene que demoler parte de su mansión
El jugador de la selección portuguesa, Cristiano Ronaldo, construyó de forma ilegal una pista de tenis y un anexo en su mansión, y ahora los tendrá que demoler.
La mansión, situada al lado del río Cavado y cerca de la zona de balnearios de Geres, se creía que había sido vendida por parte de Cristiano Ronaldo a su compañero de selección, y exjugador del Real Madrid, Pepe, pero lo cierto es que el delantero sigue constando en el registro como propietario de la misma.
El plazo para llevarlo a cabo termina el próximo mes de marzo y tendrá que derribar parte de la pista de tenis y el jardín para cumplir con dichos requerimientos.
El alcalde de la zona
El alcalde de la zona, Manuel Tibo, que ha reconocido que «Cristiano Ronaldo nos presentó un proyecto para su aprobación y terminó construyendo una propiedad que posteriormente fue aprobada, pero también construyó fuera del área permitida y, aunque no es nada significativo, es ilegal«. Por esta razón, en los últimos días ha recibido una notificación de demolición de esta zona de la mansión.
Segunda demolición
No es la primera vez que el futbolista tiene que deshacer una modificación de una de sus viviendas. Hace unos meses salió a la luz que tuvo que deshacerse de una teraza construida en su ático en pleno centro de Lisboa.
La mansión en Lisboa
En cuanto a la casa, poco se sabe de cómo es por dentro, aunque gracias a varios vídeos grabados por drones se puede apreciar que se encuentra en un paraje idílico, en el centro de un parque natural y además de unas vistas de lujo. Sus 800 metros cuadrados de superficie además le permiten organizar escapadas junto a toda la familia sin tener problemas de espacio.
Pegado a la casa hay una piscina infinita y el jardín se prolonga hacia abajo hasta llegar a la pista de tenis y un pequeño campo de fútbol. Se observa también que hay otra casa anexa algo más pequeña para invitados, que también posee su propia piscina.
