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El debut del Allianz Arena de Munich en la Eurocopa tuvo un duelo para el deleite de los futboleros. No solo por el historial entre ambas selecciones, los dos últimos campeones del mundo, sino por el presente de los 22 jugadores en sus respectivos equipos.
La fría letra dirá que Francia venció 1-0 a Alemania. El calor de las acciones en el campo de juego no se reflejó en la mínima diferencia con un gol en contra de Mats Hummels tras el centro de Lucas Hernández.
Catorce mil personas presentes en las gradas y millones de televidentes fueron testigos del fútbol de calidad que desplegaron, con sus respectivos estilos, tanto Les Blues como Die Mannschaft. Sin embargo, ese gol es la razón por la que Francia se posiciona como emergente en el «grupo de la muerte», mientras que Alemania luchará por la ca contra el Portugal de Cristano Ronaldo que despachó a Hungría por 3-0.
Un primer tiempo como para rendirse a este deporte. Presión alta de los alemanes en los primeros minutos hacia la salida del arquero galo Hugo Lloris. Este dominio fue neutralizado por los franceses a través de las asociaciones ofensivas de Antoine Griezmann y del indultado Karim Benzema junto a un equipo aceitado y que sabe el plan de Didier Deschamps al dedillo. Así surgieron contragolpes como la del lateral Benjamin Pavard apoyándose en el multipulmón N’Golo Kanté y el remate por arriba de Paul Pogba. En la siguiente incursión llegó el tanto. Asistencia del 6 galo para Lucas. Hummels intentó despejar el centro pero desvió la pelota hasta el fondo de su propia valla. Corrían 20 minutos que fútbol trepidante francés se vio recompensado en el marcador.
Alemania hizo todo para igualar desde la movilidad de los hombres de Joaquin Löw pero no tuvo fortuna en la puntada final. Todo en un cotejo bien jugado aunque también friccionado, reflejado en el duelo por el mediocampo entre Toni Kroos y Pogba. Fue tan apretado que hasta Antonio Rüdiger mordió al del Manchester United por la espalda a lo Luis Suárez que no tuvo sanción por la ceguera del videoarbitraje.
La segunda mitad fue una reiteración de los roles con dominio del balón por parte de los alemanes pero con las llegadas más peligrosas para los gallos. Un picotazo de Adrien Rabiot dio en el poste tras un gran pase de Mbappé. Serge Gnabry tuvo una ocasión de lujo para el 1-1 pero no supo culminar su obra a los 53 minutos y su remate quedó apenas por encima del larguero. El asedio alemán encontró la resistencia francesa, quien se llevó el ajustado triunfo.
La «final adelantada» no defraudó. Francia mostró sus credenciales para llegar lejos. La despedida de Löw del banquillo alemán buscará no repetir aquella eliminación en Rusia 2018.
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