Zidane ya tiene su tridente titular

Con la recuperación de Hazard, el tridente titular de Zidane esta listo para tomar las riendas del equipo.

Cuando el Real Madrid fichó a Eden Hazard a petición expresa del técnico francés, Zidane tenía una idea en la cabeza de como debía de ser su equipo a partir de ese momento. Su idea desapareció antes de poder empezar a darle forma, pues Marco Asensio se lesionó de gravedad en uno de los partidos de pretemporada de la pasada campaña.

Más tarde caería Hazard y no va a ser hasta el partido de esta jornada cuando Zidane presumiblemente vaya a poder juntar a los tres de inicio, Hazard, Benzema y Asensio: Zidane ya tiene su tridente titular por fin.

Zidane ya tiene a su tridente titular

Ha costado más de un año, pero por fin el técnico francés tiene a los tres jugadores disponibles y en buena forma para afrontar un partido oficial. Con la recuperación del extremo belga completada (El pasado Martes ya jugó unos minutos en Champions a buen nivel), Benzema en buen estado de forma y Asensio recuperando ya su mejor versión después de una temporada lesionado, el tridente esta completo.

Si analizamos a cada uno de ellos, nos encontramos con tres jugadores capaces de tirar del carro en el Real Madrid, todos hablan el mismo idioma dentro del campo y lo más importante ahora mismo para el madridismo, tienen hambre de gol. El ataque del Real Madrid está siendo uno de los problemas del equipo en este inicio de temporada, el Madrid es capaz de manejar el balón a su antojo pero no ha demostrado claridad en el último tercio del campo, se espera que esta nueva sociedad atacante ponga fin a la sequía goleadora del Madrid.

Un tridente móvil

Aunque a priori, las posiciones de cada uno estén muy marcadas, la realidad es que los tres se mueven por todo el ataque a su antojo, y eso es la mejor noticia para el hasta ahora ataque estático y previsible que presentaba el Madrid. Hazard y Asensio pueden aparecer por las dos bandas o por el centro, y Benzema nunca se queda estático en la posición de nueve, solo la ocupa para finalizar la jugada. Se espera que formen una sociedad imprevisible y difícil de leer para los defensas contrarios, un soplo de aire fresco a un ataque que lleva huérfano desde la marcha de Cristiano Ronaldo.

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