La exitosa comedia de 1979, "La vida de Brian", creada por el grupo británico Monty Python, ha sido objeto de censura más de 30 años después de su estreno.
La exitosa comedia de 1979, «La vida de Brian», creada por el renombrado grupo británico de humoristas Monty Python, ha sido objeto de censura más de 30 años después de su estreno.
La censura contemporánea alcanza a adaptación teatral «La vida de Brian»
La noticia surge en medio de la producción de su adaptación teatral, planeada para 2024. Bajo el liderazgo de uno de los guionistas y actores originales de la película, John Cleese.
Sin embargo, esta nueva oportunidad para disfrutar del humor único de Monty Python ha sido empañada por una polémica decisión que Cleese se ha visto obligado a tomar.
Escena que genera la polémica decisión
Según The Telegraph, los actores de la producción se acercaron a Cleese con sus preocupaciones sobre una escena en particular.
La infame discusión entre los miembros del Frente Popular de Judea, que contiene una broma sobre un hombre que quiere ser madre.
Esto fue señalado como potencialmente ofensivo para la comunidad trans en el clima social actual.
En la escena en cuestión, un personaje que desea ser conocido como ‘Loreta’ declara: «Los hombres tienen derecho a tener hijos si quieren».
A lo que su compañero (interpretado por Cleese en la película) responde: «No puedes parir».
A esto, ‘Loreta’ responde: «No me oprimas». Su colega continúa, diciendo: «No es que te oprima, es que no tienes matriz ¿Dónde vas a gestar el feto, lo vas a meter en un baúl?»
La escena concluye con los personajes acordando que ‘Loreta’ tendrá «derecho a parir» aunque físicamente no pueda hacerlo, una idea que fue escrita en tono de humor pero que ahora se considera profética.
Esta decisión ha causado revuelo en las redes sociales. Algunos usuarios de Twitter han protestado contra lo que consideran una «dictadura woke», alegando que hay «menos libertades que en 1979».
Otro usuario expresó: «Estamos preparados para hacer frente al totalitarismo al uso, pero no para el de bienintencionados convencidos de ser libertadores».
