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Pablo Larraín ha estrenado en el Festival de Venecia su última película, ‘Spencer’, que trata de una manera muy personal la vida de Lady Di.
‘Spencer’, de Pablo Larraín, trata sobre las poesías que ponen en evidencia los lujos innecesarios. Trata sobre las monarquías que se resisten a abandonar su prepotente exuberancia. Kristen Stewart es la protagonista de este film, encarnan a una Lady Di casi idéntica a la actriz.
La dirección de actores está a la altura de los mejores trabajos del director chileno, como ya lo hizo en su película ‘Jackie’, protagonizada por Natalie Portman, sobre la vida de Jackie Kennedy y sus últimos momentos de poder. incopada en la que importa antes que nada la fractura, la tensión, el drama.
Para situarnos, y para distanciarnos de la serie ‘The Crown‘, la película se detiene en tan sólo tres días de Diana Frances Spencer, más conocida como Lady Di. Se narra lo sucedido en ese fin de año decisivo transcurrido en la Casa de Windsor, situada en su finca de Sandringhan, en Norfolk, donde todo se terminó.
La película no especula en ningún momento sino que se muestra atenta y rigurosa. El afán del director chileno ha sido esta vez construir -o reconstruir- la geografía interna de un cataclismo.
Antes de desvelar los mayores secretos de la película es aconsejable recordar el historial fílmico de Pablo Larraín. En esta ocasión mantiene el patrón que ya empleó para medir la tragedia de la otra gran dama, la viuda de Kennedy.
Entonces el espacio era la Casa Blanca, y el tiempo, los cuatro días que siguieron al magnicidio el 22 de septiembre de 1963 en Dallas. Sin embargo, en ‘Spencer’ se trata de un palacio en mitad de la campiña en algo así como un largo fin de semana de los 90 en familia. Ahora es Kristen Stewart la que se quiebra mentalmente, acosada por la etiqueta, la Historia, el marido, la reina, los criados, y las responsabilidades de su imagen pública.
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