Una de las muchas modas extrañas de la época victoriana consistía en retratarse decapitado, quizás como un acto apotropaico contra el miedo a la muerte
La época victoriana fue sin duda un periodo de la historia muy fascinante. El Reino Unido, en ese periodo, se bañó en la sangre de muchos asesinos en serie. Además, por si fuera poco, también en esa época se podían ver algunas costumbres extrañas; entre ella se encontraban los retratos decapitados en la época victoriana.
Los retratos decapitados en la época victoriana
Aparte de esto, los ingleses fueron un pueblo de pioneros en muchos otros campos. Uno de los muchos es, sin duda, el del retoque fotográfico. En aquella época, de hecho, había algunas personas que querían hacerse fotos en las que se les retrataba sin cabeza.
Es un hecho bastante conocido que muchos ciudadanos ingleses eran bastante llamativos. La decapitación, además, era un tema muy fascinante en la opinión pública inglesa.
Sin embargo, surge una pregunta: ¿cómo era posible en el siglo XIX editar las fotos a su gusto?
Debido a la creciente demanda de estas extrañas fotografías, un gran número de fotógrafos y otros expertos en fotografía trataron de mejorar sus habilidades. De este modo, aspiraban a entrar en el mercado de este tipo de fotografías con la intención de ganar mucho dinero. Por ello, el ingenio sugirió a los aspirantes a retocadores que la mejor manera de hacer que una fotografía fuera lo más realista posible era reunir un increíble conjunto de negativos.
El proceso fue muy largo y tedioso. Era necesario pasar mucho tiempo dentro de los cuartos oscuros donde se revelaban los negativos.
Retratos sin cabeza: humor negro inglés
Otra pregunta que puede surgir es por qué tanta gente quería tener retratos decapitados. La respuesta está en la propia cultura de la época victoriana. En aquella época había una obsesión por la muerte en casi todas partes. Así que los ingleses desarrollaron una cierta forma de depresión. Sin embargo, sabemos muy bien que los ingleses son expertos en humor negro. En otras palabras, parece claro que la única forma de combatir el miedo y la angustia de la vida era bromear con ella. Para confirmarlo, a algunas personas incluso les gustaba que les retrataran con la cabeza flotando, como si fueran fantasmas.
La costumbre, por muy extraña y estrafalaria que sea, sigue siendo fascinante. Los ingleses mostraron así alguna forma de dignidad al tratar de combatir su miedo a la muerte.
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