Este documental es un tributo lleno de cariño al veterano actor que se caracterizó siempre por su carisma.
El documental El deseo de Robin, explicará la enfermedad que llevó al suicidio a Robin Williams, el actor a los 63 años, decidió quitarse la vida, tras empezar a padecer un cruel síndrome degenerativo y progresivo del cerebro, llamado demencia con cuerpos de Lewy.
El documental sobre Robin Williams
Este viernes 15 de enero se estrenará El deseo de Robin, el cual estará disponible en la plataforma de streaming Filmin, en este se podrán ver varios testimonios de las personas más cercanas a él y hablarán de todo el proceso que vivió con su enfermedad, una de las protagonistas es Susan Schneider Williams, la viuda del actor quien comenta «¿Puedes imaginarte el dolor que sentía Robin, mientras veía cómo se desintegraba su mente y encima, por algo que nunca entendería y cuyo nombre no sabía?».
La cinta fue dirigida por Tylor Norwood, quien recurre a varios testimonios para profundizar los últimos meses de vida de Robin Williams, el cual vivió un calvario desde que empezó a sentir que su cerebro no respondía como antes.
Schneider Williams comenta en el documental uno de los momentos en los que vio que la enfermedad que tenía iba muy avanzada, en una ocasión, su marido la llamó desde Vancouver, teniendo un ataque de ansiedad y bastante frustrado, al verse totalmente incapaz de recordar el diálogo que debía decir; algo que nunca antes le había sucedido.
Un día Robin le confesó al director «No sé qué está pasando, ya no soy yo». En el documental Shawn Levy corrobora «Su mente no disparaba a la misma velocidad. Había disminuido esa chispa. La alegría, a veces, no estaba. Tuve que trabajar más duro en edición para crearla en pantalla, porque no siempre estaba en el plató. No me molestaba. Era más exigente, requería mucho más tiempo y energía, pero si eso es lo que necesitaba mi amigo, eso es lo que iba a darle».
Su degradación física y mental
A causa de sus problemas de salud, el actor empezó a perder peso y no podía descansar en las noches. «Cuando nos dijeron que durmiéramos separados porque él necesitaba dormir, vino y me dijo ‘¿Eso significa que nos separamos?’. Que alguien tan brillante diga algo así es un total desajuste de la realidad», recuerda Schneider Williams.
En su último día de vida, Robin triste y abatido se acercó a la casa de su vecino y le pidió un abrazo, momentos antes de empezar a llorar.
Durante dos años, esta enfermedad acompañó al actor, tiempo durante el cual padeció problemas cognitivos, miedo, depresión, ansiedad, alucinaciones y delirios, algunos de los principales síntomas asociados a una enfermedad degenerativa que desconocía tener cuando murió. A pesar de que se sometió a diferentes exámenes de escaneo cerebral, no obtuvo diagnostico exacto de su enfermedad, únicamente se evidenciaba que tenía Parkinson.
Robin sabía que no solo padecía de Parkinson; hasta llegó a preguntarle a su doctor si lo que le ocurría era debido a otra enfermedad como Alzheimer, demencia o esquizofrenia. Su esposa tampoco tenía conocimiento de su estado real de salud y solo fue hasta octubre de 2014 que descubrió el grave diagnóstico cuando tuvo acceso al informe del forense. Del cual conoció realmente la fatal e incurable enfermedad que llevó a Robin a tomar la decisión de terminar con su vida al ahorcarse con su propio cinturón.
La demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad que atacó a Robin es mortal, rápida y progresiva; así lo explica explica en el documental el doctor Bruce Miller; director del UCSF Memory and Aging Center. «Estuve viendo cómo afectó al cerebro de Robin. Me di cuenta de que esta era la forma más devastadora de demencia de cuerpos de Lewy que había visto jamás. No había apenas ningún área que no estuviese afectada».
Es por esto que al médico le parecía increíble que Robin pudiera caminar o moverse al final de sus días. “Las personas con cerebros excepcionales, que son increíblemente brillantes, suelen resistir y tolerar mejor las enfermedades degenerativas que aquellas que tienen un cerebro normal. Esto demuestra que Robin Williams era un genio”.