Explorando el proceso de canonización del papa Francisco y su impacto en la iglesia.

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Un papa del pueblo
Durante más de 12 años de papado, Francisco ha dejado una huella imborrable en la iglesia católica y en el corazón de millones de personas alrededor del mundo. Su enfoque en los más desfavorecidos, su defensa de los derechos de los inmigrantes y su oposición a la guerra y las desigualdades sociales le han valido el título de ‘papa del pueblo’.
Este carisma y dedicación han llevado a muchos a preguntarse si, en un futuro cercano, podría ser canonizado, convirtiéndose en San Francisco.
El proceso de canonización
El camino hacia la canonización no es sencillo y está regido por normas específicas.
Según la Constitución Apostólica Divinus Perfectionis Magister, deben pasar cinco años desde el fallecimiento del candidato antes de que se inicie el proceso. Esto significa que, en el caso de Francisco, no se podría comenzar oficialmente hasta 2030. Sin embargo, la historia ha mostrado excepciones, como el caso de Juan Pablo II, cuyo proceso comenzó solo dos meses después de su muerte.
La iniciativa para canonizar a un papa no proviene directamente del nuevo pontífice, sino de una diócesis o un grupo que recopile testimonios y documentos sobre la vida y virtudes del candidato. Una vez que se presentan las pruebas, la Congregación para las Causas de los Santos las revisa y, si todo es correcto, el candidato es declarado ‘Siervo de Dios’.
Las virtudes heroicas y los milagros
El siguiente paso en el proceso es la ‘Prueba de virtudes heroicas’, donde se investiga si Francisco vivió las virtudes cristianas de manera excepcional. Si se confirma, se le otorga el título de ‘Venerable’. Sin embargo, para avanzar hacia la beatificación, se requiere un milagro atribuido a su intercesión, que debe ser verificado científicamente y teológicamente. Este milagro suele ser una curación inexplicable, como el caso de Floribeth Mora Díaz, quien sanó tras rezar a Juan Pablo II.
Una vez que se confirma el milagro, el candidato es declarado ‘Beato’, lo que representa un paso crucial antes de la canonización. Para alcanzar este estatus, se necesita un segundo milagro ocurrido después de la beatificación, que también debe ser validado por el Vaticano. Hasta ahora, no se ha presentado ninguna iniciativa formal para canonizar a Francisco ni se ha documentado un milagro que se le pueda atribuir, pero la posibilidad de que esto ocurra en el futuro no puede descartarse.
El legado de los papas canonizados
La historia de la iglesia católica está llena de papas que han sido canonizados, como Juan Pablo II, quien fue declarado santo en 2014. Su proceso de canonización fue rápido, comenzando poco después de su muerte. Otros papas, como San Pío X y San Juan XXIII, también han sido reconocidos como santos, sumando un total de 83 papas canonizados de los 266 que han existido. Este legado de santidad en la iglesia católica plantea la pregunta de si Francisco, con su enfoque en la compasión y la justicia social, seguirá este mismo camino.