El papamóvil transporta el ataúd del papa Francisco en un emotivo recorrido por Roma.

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Un recorrido lleno de emociones
El pasado sábado, Roma se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje al papa Francisco, quien fue trasladado en el papamóvil desde la basílica de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor.
Este recorrido, que abarcó aproximadamente seis kilómetros, estuvo marcado por la presencia de miles de fieles que se congregaron a lo largo de las calles para rendir su último adiós al pontífice argentino. La ruta incluyó monumentos emblemáticos como el Coliseo, lo que hizo que el evento fuera aún más significativo para los romanos y visitantes.
El papamóvil como símbolo de cercanía
El papamóvil, un vehículo sin techo que ha sido utilizado por el papa en numerosas ocasiones, se convirtió en un símbolo de cercanía y accesibilidad durante este emotivo evento. Acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad, que incluía motocicletas de los Carabinieri, el ataúd del papa Francisco fue recibido con aplausos y vítores por parte de los asistentes. La atmósfera estaba impregnada de un profundo respeto y amor hacia el líder religioso, quien dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica.
Un homenaje a la devoción y la humildad
Al llegar a la basílica de Santa María la Mayor, el ataúd fue recibido por un grupo de personas vulnerables y pobres, quienes simbolizaban la devoción del papa Francisco hacia los más necesitados. Su deseo de ser enterrado en una tumba sencilla, cerca del icono de la patrona de Roma, refleja su humildad y compromiso con los valores cristianos. Este gesto conmovedor fue un recordatorio de su legado y de la importancia de cuidar a los más desfavorecidos.