La velatio y el cierre del féretro del papa Francisco en una ceremonia solemne
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La ceremonia de velatio en el Vaticano
El pasado viernes, el Vaticano se convirtió en el escenario de una emotiva ceremonia que marcó el cierre del féretro del papa Francisco. Este rito, conocido como ‘velatio’, es una tradición antigua que simboliza el respeto y la solemnidad en la despedida de un líder espiritual.
La ceremonia fue presidida por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, y tuvo lugar en la basílica de San Pedro, donde se congregaron familiares, amigos y autoridades eclesiásticas para rendir homenaje al difunto papa.
Un féretro sencillo y significativo
El papa Francisco fue sepultado en un féretro de madera sencillo, una elección que refleja su humildad y cercanía con el pueblo. A diferencia de sus predecesores, que eran expuestos sobre un catafalco, Francisco optó por un ataúd cerrado, lo que simboliza su deseo de ser recordado por su sencillez y dedicación a los más necesitados. Durante la ceremonia, se colocó un velo de seda blanca sobre su rostro, y se roció su cuerpo con agua bendita, mientras los presentes ofrecían oraciones por su alma.
El legado del papa Francisco
El ‘rogito’, un documento que recoge los aspectos más relevantes de la vida y el pontificado de Francisco, fue introducido en el féretro. Este acta destaca su compromiso con los marginados, su preocupación por el medio ambiente y su lucha contra los abusos dentro de la Iglesia. Francisco es recordado por su enfoque en la misericordia y la justicia social, así como por su incansable labor en favor del diálogo interreligioso. Su legado perdurará en la memoria colectiva de los fieles, quienes lo recordarán como un papa cercano y accesible.
Un funeral con repercusiones globales
El funeral del papa Francisco, que se llevará a cabo en la Plaza de San Pedro, contará con la presencia de delegaciones de 130 países y organismos internacionales. Este evento no solo es un homenaje a su vida, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su mensaje de paz y unidad en un mundo dividido. La ceremonia de despedida es un recordatorio del impacto que tuvo Francisco en la Iglesia y en la sociedad, y su llamado a la acción en favor de los más vulnerables.
