La infanta Elena y sus amigas disfrutan de unas vacaciones exclusivas en Tánger.
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Una escapada exclusiva en el Hotel Villa Josephine
La infanta Elena ha decidido pasar la Semana Santa en Tánger, Marruecos, en un viaje que ha captado la atención de los medios. Acompañada por su amiga íntima, Rita Allendesalazar, y una amiga francesa, la infanta se alojó en el lujoso Hotel Villa Josephine, conocido por su elegancia y exclusividad.
Este hotel boutique, que data del siglo XX, ofrece un ambiente colonial con piscina y jardines, y es famoso por haber recibido a importantes personalidades de todo el mundo.
Detalles del alojamiento y la estancia
El Hotel Villa Josephine, ubicado en una colina con vistas al Golfo de Tánger y al Estrecho de Gibraltar, cuenta con diez habitaciones y suites decoradas con un estilo francés.
Según la información disponible, el precio por noche oscila entre 300 y más de 700 euros, dependiendo del tipo de habitación. Además, el desayuno, que no está incluido en el precio de la habitación, tiene un coste adicional de aproximadamente 22 euros por persona. Este nivel de lujo y atención al detalle ha hecho que la infanta y sus amigas se sientan cómodas y seguras durante su estancia.
Medidas de seguridad y privacidad
La periodista Beatriz Cortázar ha informado que la infanta Elena y sus acompañantes contaron con un alto nivel de seguridad durante su viaje. Esto es comprensible, dado el perfil público de la infanta y la necesidad de mantener su privacidad. Las medidas de seguridad en el hotel fueron estrictas, lo que permitió a las tres mujeres disfrutar de su escapada sin preocupaciones. La infanta, que ha pasado las últimas vacaciones de Pascua en Abu Dabi, donde reside su padre, el rey emérito Juan Carlos I, parece haber elegido Tánger como un destino ideal para relajarse y desconectar.
Un viaje que refleja la conexión familiar
La infanta Elena, quien mantiene una relación cercana con su padre, ha mostrado interés en viajar a Sanxenxo, donde Juan Carlos I participará en regatas. Este viaje a Tánger podría ser una oportunidad para que la infanta se reencuentre con su padre en un futuro cercano. La última vez que se encontraron fue en compañía de la periodista francesa y biógrafa del rey, Laurence Debray. Este tipo de escapadas no solo permite a la infanta disfrutar de momentos de ocio, sino que también refuerza los lazos familiares en un contexto de vida pública y privada.
