Un vistazo a la Florería vaticana, su historia y funciones en el Vaticano.
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La Florería vaticana: más que una simple floristería
La Florería vaticana es una de las instituciones menos conocidas del Vaticano, pero su papel es fundamental en la organización de ceremonias y eventos pontificios. A menudo, se la asocia erróneamente con una simple floristería, pero su función va mucho más allá de la decoración floral.
Esta unidad administrativa se encarga de aprovisionar todo lo que es visible en el Vaticano, desde la indumentaria de los cardenales hasta la escenografía utilizada en las ceremonias.
Un servicio integral para el Vaticano
La Florería vaticana, adscrita a la dirección de Infraestructuras y Servicios de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, actúa como una central de compras y abastecimiento.
Con cinco enormes almacenes, esta institución cuenta con una vasta colección de bienes muebles, que incluyen desde uniformes de la Guardia Suiza hasta candelabros y tapices. Si un objeto no está disponible, la Florería se encarga de restaurarlo o adquirirlo, garantizando que todo esté listo para los eventos importantes.
Historia y evolución de la Florería
La historia de la Florería vaticana se remonta a la época barroca, cuando la Iglesia Católica adoptó una retórica visual para contrarrestar la interpretación literal de las escrituras por parte de los protestantes. Originalmente conocida como Florería Apostólica Vaticana, esta institución ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a las necesidades de la Santa Sede. Hasta 1978, la Florería también se encargaba de la preparación de alojamiento y comidas para los cardenales durante los cónclaves, lo que demuestra su importancia en la logística del Vaticano.
