El presidente de EE.UU. arremete contra el presidente de la Fed por su gestión económica.

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La crítica de Trump a la Reserva Federal
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una dura crítica contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), pidiendo su despido y calificando su gestión como un «completo desastre».
En un mensaje publicado en su red social Truth, Trump argumentó que Powell debería haber reducido los tipos de interés mucho antes, siguiendo el ejemplo del Banco Central Europeo (BCE), que se prepara para un nuevo recorte.
La situación económica actual
Trump destacó que los precios del petróleo y de los alimentos han disminuido, lo que, según él, debería llevar a la Fed a actuar con mayor rapidez. Afirmó que Estados Unidos se beneficia de los aranceles impuestos, lo que contrasta con la situación económica en Europa, donde se espera que el BCE baje los tipos de interés por séptima vez. Esta crítica se produce en un contexto de desaceleración económica, donde la inflación en EE.UU. se sitúa en un 2,4 %, superando el objetivo del 2 % establecido por la Fed.
Las implicaciones de la guerra comercial
La guerra comercial iniciada por Trump ha tenido un impacto significativo en la economía global. Según Powell, los datos actuales indican que el crecimiento económico de EE.UU. se ha ralentizado en el primer trimestre de 2024. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de las políticas monetarias actuales y la capacidad de la Fed para responder a los desafíos económicos. La presión de Trump sobre Powell podría influir en las decisiones futuras de la Reserva Federal, especialmente en un momento en que la economía estadounidense enfrenta incertidumbres.
El futuro de la política monetaria
Con la expectativa de que el BCE baje los tipos de interés, la presión sobre la Fed para hacer lo mismo se intensifica. Trump ha dejado claro que no está satisfecho con la gestión de Powell y que espera cambios inmediatos. La respuesta de la Fed a estas críticas y la dirección futura de la política monetaria serán cruciales para la economía estadounidense, especialmente en un entorno global incierto.