Graham Craker, quien protegió a los príncipes Guillermo y Enrique, fallece a los 77 años.
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Un legado de servicio y dedicación
Graham Craker, el guardaespaldas que dedicó su vida a la protección de los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, ha fallecido a los 77 años. Su familia confirmó la triste noticia, recordándolo como un hombre increíble que vivió de manera desinteresada.
Craker no solo fue un protector, sino también una figura entrañable en la vida de los jóvenes príncipes, quienes lo conocían cariñosamente como ‘Crackers’.
Un momento inolvidable en el funeral de Diana
La vida de Craker estuvo marcada por momentos significativos, uno de los más destacados fue su presencia en el funeral de la princesa Diana en 1997.
En sus memorias, el príncipe Enrique recordó cómo el guardaespaldas tuvo que salir del coche fúnebre repetidamente para limpiar las flores del parabrisas, un gesto que refleja la cercanía y el cariño que existía entre ellos. Este recuerdo resalta no solo su profesionalismo, sino también su humanidad en un momento de profundo dolor para la familia real.
Una carrera dedicada a la familia real
Craker sirvió en la Policía Metropolitana durante 35 años, de los cuales 15 los dedicó a la protección de la familia real británica. Su compromiso y dedicación fueron reconocidos cuando fue condecorado con la Real Orden Victoriana, un honor que se otorga a aquellos que han servido a la monarquía. Su presencia en la boda del príncipe Guillermo con Kate Middleton en 2011 es un testimonio de su cercanía con la familia real, donde fue considerado un amigo y un aliado.
Un homenaje de sus seres queridos
Los hijos de Craker, Graham y James, compartieron un emotivo homenaje en las redes sociales, describiéndolo como su héroe y pilar fundamental. Expresaron su orgullo por la vida que llevó, marcada por el desinterés y la dedicación, tanto en su carrera como en su vida personal. Este tributo resalta la profunda conexión que tuvo con su familia y la huella imborrable que deja en sus corazones.
Reflexiones sobre su vida y legado
La vida de Graham Craker es un recordatorio del valor del servicio y la dedicación. Su legado perdurará no solo en la memoria de los príncipes que protegió, sino también en la de todos aquellos que valoran el compromiso y la lealtad. En un mundo donde a menudo se pasa por alto el trabajo de quienes están en la sombra, la historia de Craker brilla como un faro de integridad y amor al deber.
