Un incidente revela fallos en la gestión de información clasificada en EEUU.
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Un error de comunicación impactante
Recientemente, altos funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos se vieron envueltos en un escándalo tras enviar por error planes detallados sobre un ataque programado contra Yemen. Este incidente, que pone de relieve fallos en la gestión de información clasificada, ocurrió cuando el secretario de Defensa, Pete Hegseth, compartió documentos sensibles en un grupo de mensajería de la aplicación Signal, donde también participaba el periodista Jeffrey Goldberg, editor jefe de la revista The Atlantic.
Detalles del incidente
Goldberg fue añadido al grupo el 11 de marzo por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. En este grupo, que contaba con 18 miembros, se encontraban figuras clave como el vicepresidente JD Vance y el director de la CIA, John Ratcliffe.
Dos días después, el periodista fue invitado a unirse a una conversación sobre ataques a las milicias hutíes en Yemen, sin que los altos funcionarios se percataran de su presencia.
La información compartida incluía detalles críticos sobre las armas a utilizar, los objetivos y el horario del ataque. Goldberg, inicialmente escéptico sobre la autenticidad del grupo y la seriedad de la conversación, vio sus dudas disiparse cuando Hegseth anunció que las primeras explosiones tendrían lugar en un par de horas, lo que efectivamente ocurrió.
Reacciones y consecuencias
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, confirmó la autenticidad de la cadena de mensajes y señaló que se está investigando cómo se incluyó inadvertidamente el número de Goldberg. Este incidente ha suscitado preocupaciones sobre la coordinación y el manejo de información sensible dentro de la administración estadounidense.
El presidente Donald Trump, al ser consultado sobre el asunto, afirmó no tener conocimiento de la violación del protocolo de comunicación, lo que añade una capa de complejidad a la situación. Este intercambio de información sensible se produce en un momento en que la oficina del Secretario de Defensa ha intensificado sus esfuerzos para prevenir filtraciones, incluyendo la posibilidad de utilizar polígrafos para identificar a quienes comparten información con los medios.
Implicaciones legales y de seguridad
La gestión de información de defensa nacional en Estados Unidos está sujeta a estrictas regulaciones bajo la Ley de Espionaje, que penaliza la divulgación no autorizada de información clasificada. Este incidente no solo pone en riesgo la seguridad nacional, sino que también plantea preguntas sobre la efectividad de los protocolos existentes para proteger información crítica. La situación resalta la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos de comunicación dentro de las agencias de seguridad nacional para evitar que errores como este se repitan en el futuro.
