Un final de infarto permite al Barça mantener vivas sus esperanzas en la Liga
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En un encuentro lleno de emociones y giros inesperados, el FC Barcelona logró una victoria crucial ante el Casademont Zaragoza, un triunfo que, aunque agónico, permite al equipo mantener vivas sus esperanzas en la Liga Endesa. El partido, que se disputó en el Palau Blaugrana, estuvo marcado por la intensidad y el talento individual de los jugadores, especialmente en el último cuarto.
Un primer tiempo complicado para el Barça
Desde el inicio del encuentro, el Barça mostró una falta de consistencia en su defensa, lo que permitió al Zaragoza aprovecharse de la situación. Con 32 puntos encajados en la zona durante el primer tiempo, el equipo local se vio obligado a reaccionar.
A pesar de un juego ofensivo que prometía más de 100 puntos, la falta de intensidad defensiva fue evidente. Los jugadores menos habituales, como Sarr y Fall, intentaron mantener al equipo a flote, pero la desventaja se hizo palpable.
El despertar de la Santísima Trinidad americana
Con el partido en un punto crítico y una desventaja de 10 puntos al inicio del tercer cuarto, el entrenador Peñarroya tuvo que hacer ajustes. Fue entonces cuando la Santísima Trinidad americana, compuesta por Punter, Parker y Metu, tomó las riendas del equipo. Juntos, anotaron 25 de los 29 puntos en el último cuarto, liderando una remontada que dejó a los aficionados al borde de sus asientos. La conexión entre estos jugadores fue clave para revertir la situación y llevar al Barça a una victoria que parecía lejana.
Un final de infarto y la importancia de la victoria
El desenlace del partido fue electrizante. Con un tapón providencial de Parker a menos de un minuto del final, el Barça selló su victoria por 97-95. A pesar de una defensa intermitente, el equipo mostró calidad y talento en los momentos cruciales. Esta victoria no solo aleja los fantasmas de una posible eliminación de los playoffs, sino que también refuerza la moral del equipo en un momento clave de la temporada.
Por otro lado, el Joventut también tuvo su momento de gloria al romper una racha de tres partidos sin ganar, gracias a un destacado Ante Tomic. Con 19 puntos y un récord de valoración, Tomic se convirtió en una figura clave para su equipo, asegurando su lugar en las eliminatorias por el título de la Liga Endesa.
