El papa Francisco impulsa una nueva etapa de sinodalidad desde el hospital Gemelli.

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El contexto actual de la Iglesia
Desde el 14 de febrero, el papa Francisco se encuentra hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma. A pesar de su estado de salud, el pontífice ha continuado trabajando en la dirección de la reforma de la Iglesia, un proceso que ha sido central en su papado.
La sinodalidad, entendida como el camino conjunto de la Iglesia, ha sido uno de los pilares de su mensaje. En este contexto, el papa ha aprobado un calendario de encuentros que culminará en una asamblea de obispos y laicos en octubre de 2028, con el objetivo de dar continuidad a los esfuerzos realizados en el Sínodo de la Sinodalidad.
La importancia de la asamblea de 2028
El cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo, ha anunciado que esta asamblea no solo busca consolidar lo logrado hasta ahora, sino también implementar las recomendaciones surgidas del Sínodo que concluyó en 2024. Este Sínodo se centró en el lema “Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación, misión”, y su documento final se considera parte del magisterio ordinario del papa. Esto implica que las Iglesias locales deben comprometerse a poner en práctica las indicaciones a través de procesos de discernimiento y decisión.
Equipos sinodales y su papel en la implementación
Para llevar a cabo este proceso, se ha renovado la implicación de todos los participantes que contribuyeron durante el Sínodo. Se formarán equipos sinodales compuestos por sacerdotes, diáconos, laicos y obispos, quienes serán responsables de implementar las decisiones del Sínodo. El cardenal Grech ha enfatizado la necesidad de que estos equipos sean reforzados y, si es necesario, renovados para asegurar su eficacia. En mayo, se publicará un documento específico que detallará cómo se llevará a cabo esta implementación.
Evaluaciones y próximos pasos
Entre 20, se realizarán asambleas de evaluación en diversas diócesis y conferencias episcopales, lo que permitirá recoger impresiones y ajustar el rumbo según las necesidades de cada comunidad. El primer y segundo semestre de 2028 estarán dedicados a las asambleas continentales de evaluación, donde se espera que se discutan los resultados y se publique el Instrumentum laboris, que servirá como guía para la asamblea eclesial de octubre de 2028. Este proceso es crucial para asegurar que la voz de los fieles sea escuchada y que se avance hacia una mayor inclusión dentro de la Iglesia.