El congreso de ERC en Martorell muestra un respaldo unánime a la dirección de Junqueras, pero también revela tensiones internas.

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Un respaldo contundente a la dirección de ERC
El congreso celebrado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en Martorell ha sido un evento significativo para el partido, donde se ha evidenciado un amplio apoyo a la hoja de ruta presentada por su líder, Oriol Junqueras.
Con un impresionante 90% de los votos a favor de la ponencia política, los militantes han mostrado su confianza en la dirección del partido. Este respaldo se traduce en 697 sufragios que validan la propuesta de avanzar hacia una solución del conflicto nacional con el Estado español, enfatizando la necesidad de mantener una relación con el socialismo catalán que combine tanto la confrontación como la colaboración.
Tensiones con Junts y la búsqueda de acuerdos
A pesar del ambiente mayoritariamente positivo, el congreso también ha puesto de manifiesto ciertas tensiones, especialmente en relación con Junts, el partido rival en el ámbito independentista. En el documento presentado, se expresa una clara desconfianza hacia Junts, describiéndolo como un partido que se ha reubicado en el centroderecha y que prioriza intereses corporativos. Esta crítica se complementa con la afirmación de que Junts ha colaborado con fuerzas de derecha a nivel estatal, lo que genera un clima de incertidumbre sobre su compromiso con el independentismo. Sin embargo, ERC también destaca los acuerdos alcanzados con los socialistas, que podrían marcar un avance en el autogobierno y la financiación de servicios públicos en Catalunya.
La controversia de la comisión de la verdad
Uno de los momentos más tensos del congreso fue la lectura del informe de la “comisión de la verdad”, que ha generado reacciones de indignación entre los militantes. Isaac Albert, vicesecretario de comunicación de ERC, afirmó que existió una estructura paralela a partir de 2019, lo que ha llevado a la necesidad de pedir perdón a la militancia y a los votantes. Sin embargo, la falta de nombres concretos y la mención de antiguos responsables de comunicación han suscitado críticas sobre la transparencia del informe. La ex candidata a la presidencia de ERC, Helena Solà, y la exconsellera Anna Simó, entre otros, han expresado su descontento, demandando mayor rigor y claridad en el proceso.