La represión policial marca una jornada de protestas en el Congreso argentino.

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Contexto de la protesta
El pasado miércoles, una manifestación pacífica de jubilados en Buenos Aires se tornó violenta debido a la intervención de la policía. Este evento, que se había organizado para reclamar mejoras en las pensiones y la restitución de la cobertura de medicamentos, se convirtió en la mayor represión policial desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023.
Los jubilados, que enfrentan una situación de pobreza extrema, exigían una actualización de sus pensiones y la continuidad de la moratoria previsional, que está a punto de expirar.
Desarrollo de los hechos
Desde temprano, cientos de policías se posicionaron en las cercanías del Congreso, donde los jubilados, apoyados por hinchas de fútbol y sindicatos, se habían congregado.
La situación escaló rápidamente cuando la policía comenzó a dispersar a los manifestantes, utilizando gases lacrimógenos y golpes. A pesar de que la protesta era pacífica, la respuesta de las fuerzas de seguridad fue desproporcionada, resultando en al menos 103 detenidos y 20 heridos, uno de ellos en estado grave.
Voces de los manifestantes
Los testimonios de los manifestantes reflejan la desesperación y el sufrimiento de una población que se siente desprotegida. Héctor, un jubilado que percibe menos de 300 dólares al mes, expresó su indignación: “Estamos defendiendo nuestros derechos y queremos que se vaya este gobierno hambriador”. Otros, como Carlos, de 75 años, afirmaron que están dispuestos a luchar por un futuro mejor para sus hijos y nietos. La unión entre hinchas de diferentes equipos de fútbol, que se unieron en apoyo a los jubilados, demuestra la solidaridad en tiempos de crisis.
Reacciones y consecuencias
La represión policial ha generado un clima de tensión en la sociedad argentina, donde muchos ciudadanos sienten que sus derechos están siendo vulnerados. La violencia desatada durante la protesta ha llevado a un aumento en la indignación pública, y las imágenes de la brutalidad policial han circulado ampliamente en las redes sociales. La situación plantea interrogantes sobre el manejo de la protesta social y el respeto a los derechos humanos en el país.