La batalla legal por los derechos de imagen de Rosa Peral y su hija menor
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Rosa Peral y la demanda contra Netflix: un caso que sigue generando controversia
El caso de Rosa Peral, condenada por el asesinato de su pareja Pedro Rodríguez, sigue acaparando la atención mediática casi ocho años después de su detención. Recientemente, una jueza de Vilanova i la Geltrú ha otorgado un plazo de diez días hábiles al exmarido de Peral para decidir si reclama a Netflix en nombre de su hija mayor.
Este hecho ha reavivado el interés por un caso que ha estado en el centro de la polémica desde su inicio.
El contexto del juicio y la serie de Netflix
La controversia se intensificó con el estreno de la serie «El cuerpo en llamas», protagonizada por la actriz Úrsula Corberó, que dramatiza los eventos relacionados con el asesinato.
Rosa Peral, representada por la abogada Núria González, argumenta que la serie ha vulnerado sus derechos al honor, a la propia imagen y a la intimidad, tanto de ella como de su hija. La demanda asciende a unos 30 millones de euros, lo que refleja la gravedad con la que Peral considera que se han visto afectados sus derechos.
La decisión del exmarido y sus implicaciones legales
La fiscalía ha señalado que, a pesar de ser la madre, Rosa Peral no tiene la legitimidad legal para representar a su hija en esta demanda. Esto ha llevado a la jueza a aplazar la vista hasta que el padre de las menores decida si quiere reclamar contra Netflix o dejar que la Fiscalía actúe en defensa de los intereses de la menor. Esta situación plantea un dilema complicado para el exmarido, quien, según fuentes cercanas, priorizará el bienestar de sus hijas en su decisión.
Las repercusiones del caso en la opinión pública
El caso de Rosa Peral ha suscitado un intenso debate en la sociedad española, no solo por la naturaleza del crimen, sino también por el tratamiento mediático que ha recibido. La condena de Peral y su excompañero Albert López, ambos sentenciados a largas penas de prisión, ha generado un interés continuo en los detalles del caso. La serie de Netflix ha añadido una nueva capa de complejidad, ya que muchos cuestionan hasta qué punto el entretenimiento puede afectar la vida de las personas involucradas en crímenes reales.
