El pianista gaditano dejó una huella imborrable en la música española y flamenca.

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Un talento que floreció en Cádiz
Felipe Campuzano, nacido en 1945 en Cádiz, fue un destacado pianista y compositor que dejó una profunda huella en la música española. Desde temprana edad, mostró un interés notable por la música, comenzando sus estudios de solfeo y piano en el Conservatorio de Cádiz.
Su dedicación y talento lo llevaron a completar su formación en Madrid, donde recibió el prestigioso premio nacional Fin de Carrera, un reconocimiento que le abrió las puertas a nuevas oportunidades en el mundo musical.
Un recorrido internacional
A lo largo de su carrera, Campuzano se convirtió en un concertista habitual de la Delegación de Cultura del Ministerio de Exteriores, lo que le permitió ofrecer recitales en universidades y escenarios de todo el mundo.
Su estilo único, que fusionaba el flamenco con otros géneros, lo convirtió en un referente en la música contemporánea. La influencia del flamenco, el carnaval gaditano y la Semana Santa andaluza se reflejaron en su obra, enriqueciendo su repertorio y conectándolo con sus raíces culturales.
Composiciones que perduran
Entre sus obras más memorables se encuentran canciones que se han convertido en clásicos de la música española. Temas como «Amigo conductor» (1968), popularizada por Perlita de Huelva, y «A mi novio no le gusta (la minifalda)» (1971), que también fue interpretada por Manolo Escobar, son solo algunos ejemplos de su prolífica carrera. Además, su trabajo en la serie Andalucía Espiritual, junto al guitarrista Rafael Morales, marcó un hito en la renovación del piano flamenco, con composiciones icónicas como «Las Salinas (alegrías)» (1978) y «Sevillanas del Alma» (1979).
Un legado imborrable
Felipe Campuzano no solo fue un virtuoso del piano, sino también un innovador que supo adaptar y modernizar el flamenco. Su participación en proyectos como «In Memoriam de la Fabulosa La Paquera de Jerez» en 2005, junto a Manolo Sanlúcar, es testimonio de su compromiso con la música y su deseo de rendir homenaje a las grandes figuras del flamenco. Su legado perdurará en la memoria de quienes disfrutaron de su música y en las generaciones futuras que seguirán inspirándose en su obra.