Un viaje musical que refleja el crecimiento de la artista en un espectáculo inolvidable.

Temas cubiertos
La joven cantante y compositora Amaia Romero ofreció una actuación memorable en el Sant Jordi Club de Barcelona, marcando el inicio de su gira Si abro los ojos no es real. Con un público entregado y un repertorio que abarcó tanto su último disco como clásicos de su carrera, Amaia demostró su evolución artística y su conexión con los fans.
Un inicio lleno de emoción y sinceridad
Desde el primer momento, Amaia dejó claro que este concierto era especial. A solo 20 minutos de comenzar, sorprendió a todos al disculparse y retirarse brevemente para cambiarse de vestuario. “Perdón, estoy muy nerviosa”, confesó, lo que generó una atmósfera de complicidad con el público.
Cientos de jóvenes, asombrados, observaban el escenario con atención, como si estuvieran en un sueño.
Un repertorio que abarca su carrera
El concierto comenzó con Amaia al piano, sumergida en la música desde el primer acorde. Interpretó canciones de su último álbum, como Visión y Tocotó, sin pausas entre temas, lo que mantuvo la energía en el aire. La atmósfera era de calma y complicidad, con el público cantando cada palabra. Amaia no solo tocó el piano, sino que también sorprendió al público con su habilidad en otros instrumentos, como la guitarra y el arpa, creando momentos mágicos que resonaron en el corazón de los asistentes.
Momentos inolvidables y sorpresas en el escenario
Entre las sorpresas de la noche, Amaia interpretó versiones especiales de canciones icónicas, como Me pongo colorada y Zorongo gitano, que hicieron vibrar al público. La escenografía y los juegos de luces añadieron un toque cinematográfico al espectáculo, mientras que la banda de multiinstrumentalistas y el coro del Taller de Músics de Barcelona enriquecieron la experiencia musical. A medida que avanzaba el concierto, la euforia crecía, culminando en un final explosivo con Bienvenidos al show, dejando a todos con ganas de más.
Reflexiones sobre el futuro
Al finalizar el espectáculo, Amaia expresó su agotamiento y la emoción de tener dos conciertos consecutivos. “Ojalá hubiéramos tenido un mes más para preparar el show”, comentó, dejando entrever que aún hay mucho por venir en su carrera. La noche fue un claro reflejo de su crecimiento como artista y de la conexión que ha establecido con su público. Sin duda, el concierto en el Sant Jordi Club será recordado como un hito en su trayectoria.