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La huella imborrable de Viqui Molins en Barcelona

La vida y obra de Viqui Molins, un faro de esperanza para los sintecho en Barcelona.

Viqui Molins lascia un'impronta indelebile a Barcellona
Scopri l'eredità artistica di Viqui Molins a Barcellona.

Un alma generosa que dedicó su vida a los demás

Victoria de Jesús, conocida como Viqui Molins, fue una religiosa teresiana que dejó una profunda huella en la ciudad de Barcelona. A lo largo de sus 88 años, Viqui se dedicó incansablemente a ayudar a los más vulnerables, convirtiéndose en un símbolo de esperanza para los sintecho.

Su labor en la iglesia de Santa Anna, donde cofundó un hospital de campaña, la hizo merecedora de numerosos reconocimientos, incluyendo la Creu de Sant Jordi y el título de doctora honoris causa por la Universitat Ramon Llull.

El impacto de su trabajo en la comunidad

Los que conocieron a Viqui saben que su verdadera riqueza radicaba en las sonrisas de aquellos a quienes ayudaba. Para ella, cada vida que tocaba era un testimonio de su compromiso con la justicia social. A pesar de los honores y premios que recibió, su mayor orgullo era ver a las personas que dormían en la calle encontrar un refugio y una razón para sonreír. Su enfoque humanitario y su capacidad para conectar con los más desfavorecidos la convirtieron en una figura querida y respetada en la comunidad.

Un legado que perdura más allá de su partida

La muerte de Viqui Molins ha dejado un vacío en el corazón de muchos, pero su legado continúa vivo. La Fundació Viqui Molins, creada en su honor, asegura que su memoria y su trabajo en favor de los sintecho perduren en el tiempo. Además, su obra literaria, que incluye más de 60 libros, sigue inspirando a nuevas generaciones a luchar por la dignidad de los más necesitados. Viqui no solo fue una madre para los sintecho, sino también una voz que clamaba por justicia y compasión en una sociedad que a menudo los ignora.

La importancia de visibilizar el sinhogarismo

Viqui Molins fue una defensora incansable de los derechos de los sintecho, y su trabajo en la parroquia de Santa Anna fue un ejemplo de cómo la fe puede traducirse en acción social. Ella creía firmemente que las iglesias deben ser un refugio para los necesitados, un concepto que el Papa Francisco ha promovido. A través de su labor, Viqui ayudó a visibilizar la problemática del sinhogarismo en Barcelona, desafiando a las autoridades a no ocultar a los más vulnerables, sino a acogerlos y brindarles apoyo.

Un homenaje a su vida y legado

La pérdida de Viqui ha sido sentida profundamente en Barcelona, donde políticos, académicos y ciudadanos han expresado su pesar. Sin embargo, el verdadero homenaje a su vida se encuentra en la continuación de su labor. La comunidad debe unirse para seguir luchando por los derechos de los sintecho y mantener viva la llama de su legado. Viqui Molins no solo fue una mujer de fe, sino una guerrera que nos enseñó que la verdadera felicidad se encuentra en el servicio a los demás.

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