Sandro Rosell comparte su experiencia en prisión y su opinión sobre la justicia en España.
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El expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, ha compartido su experiencia en prisión durante una reciente entrevista con Gemma Nierga en el programa 59 segundos de La 2. Rosell, quien ingresó en la cárcel el 25 de mayo de 2017, ha hablado sin tapujos sobre los momentos difíciles que vivió y su percepción de la justicia en el país.
Primeras horas en prisión: una experiencia impactante
Rosell recordó cómo fueron sus primeras horas en la cárcel, un momento que lo dejó profundamente afectado. Según sus palabras, al llegar le entregaron un kit de entrada que incluía dos preservativos, dos paquetitos de vaselina, un cepillo de dientes, papel higiénico y una toalla.
Esta experiencia inicial fue un choque emocional que marcó su estancia en prisión. A pesar de los momentos difíciles, Rosell intentó no recordar esos días, buscando olvidar lo que vivió.
La justicia en España: un sistema desigual
Durante la entrevista, Rosell también abordó el tema de la justicia en España, expresando su preocupación por las desigualdades que existen en el sistema. Afirmó que tener recursos económicos puede influir en el resultado de un juicio. «Si tienes dinero, hay más posibilidades de salir de la cárcel», declaró. Además, enfatizó que aquellos que son inocentes pero no pueden permitirse un abogado privado se ven obligados a aceptar un abogado de oficio, lo que podría afectar su defensa.
Consecuencias de su detención y reflexiones finales
Después de pasar por 15 juicios, Rosell fue finalmente declarado inocente, pero las repercusiones de su detención fueron significativas. En el momento de su arresto, era asesor de varias multinacionales, pero tras su salida de prisión, se encontró con que no podía regresar a su trabajo debido a temas de Compliance. Rosell reflexionó sobre cómo su posición como presidente del FC Barcelona influyó en su detención, sugiriendo que su caso tenía un trasfondo político relacionado con el independentismo en Cataluña. «Si no hubiera sido presidente del Barça, no voy a la cárcel», concluyó, dejando claro que su experiencia fue más que un simple proceso judicial.