El equipo andaluz se lleva el título tras una gran actuación en el Gran Canaria Arena
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Unicaja muestra su fuerza en la final
El Gran Canaria Arena fue testigo de una final de la Copa del Rey que quedará grabada en la memoria de los aficionados. El Unicaja, dirigido por Ibon Navarro, se enfrentó al Real Madrid, un equipo que llegaba como favorito pero que no pudo hacer frente a la energía y determinación del conjunto andaluz.
Desde el inicio, Unicaja mostró un juego sólido, construyendo su victoria sobre una defensa férrea y un ataque eficaz, lo que les permitió llevarse el tercer título de su historia.
Un partido lleno de tensión y emoción
El encuentro comenzó con un Unicaja decidido a no dejarse intimidar por el peso de la historia. A pesar de algunos problemas iniciales, como las faltas de sus jugadores clave, el equipo mantuvo la calma y se centró en su estrategia. Con un juego exterior efectivo, liderado por Perry y Kravish, Unicaja logró establecer una ventaja que el Madrid no pudo superar. La primera mitad terminó con un marcador que reflejaba la superioridad del equipo andaluz, dejando al Real Madrid en una situación complicada.
La segunda mitad y el desenlace del partido
En la segunda mitad, el Real Madrid intentó reaccionar, pero Unicaja continuó con su plan de juego. A pesar de algunos intentos de remontar, el equipo blanco no logró encontrar su ritmo. La tensión aumentó en el último cuarto, donde ambos equipos entraron en bonus, lo que hizo que cada tiro libre fuera crucial. Sin embargo, Unicaja no se dejó llevar por la presión y mantuvo su ventaja, culminando con un impresionante triple de Perry que selló la victoria. El Gran Canaria Arena estalló en júbilo mientras el Unicaja celebraba su merecido triunfo.
