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La historia del edificio en la calle Avinyó y su legado internacional

Descubre la fascinante historia del edificio que alberga a CGLU en Barcelona.

Immagine dell'edificio in calle Avinyó, Barcellona
Scopri l'affascinante storia dell'edificio in calle Avinyó e il suo impatto internazionale.

Un edificio con historia en el corazón de Barcelona

En el vibrante barrio Gòtic de Barcelona, se encuentra un edificio que no solo es un testimonio de la arquitectura de principios del siglo XX, sino también un símbolo de la cooperación internacional entre ciudades.

Este inmueble, ubicado en la calle Avinyó, fue diseñado por el arquitecto Pere Falqués en 1902 y ha tenido una trayectoria fascinante a lo largo de los años.

De sede de un periódico a centro de organizaciones globales

Originalmente concebido como la sede del diario El Diluvio, el edificio ha cambiado de uso a lo largo de su historia. Tras la muerte de su fundador, Josep Laribal, el inmueble se transformó en la primera central telefónica de Barcelona, que más tarde se integró en lo que hoy conocemos como Telefónica. Desde 2004, el edificio alberga la sede de la organización mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), que representa a ciudades y regiones de todo el mundo.

Un legado arquitectónico y cultural

El cartel de hierro forjado que adorna la fachada del edificio es un elemento distintivo que ha perdurado a lo largo del tiempo. Este rótulo, que enmarca las siglas CGLU, es un recordatorio del compromiso de Barcelona con la cooperación internacional. La elección de la ciudad como sede de esta organización fue un hito significativo, consolidando su papel como un centro de diálogo y colaboración entre gobiernos locales.

Descubrimientos arqueológicos y restauración

Durante las obras de restauración del edificio, se hicieron descubrimientos sorprendentes, incluyendo los restos de una domus romana. Estos hallazgos no solo enriquecen la historia del lugar, sino que también ofrecen una ventana al pasado de Barcelona. Actualmente, los visitantes pueden explorar estos restos arqueológicos con cita previa, lo que añade un valor cultural adicional al edificio.

Un espacio compartido para la comunidad

Aparte de ser la sede de CGLU, el edificio también alberga un supermercado y un hostal, lo que refleja su adaptabilidad y relevancia en la vida cotidiana de los barceloneses. Este enfoque multifuncional no solo preserva la historia del lugar, sino que también lo integra en la comunidad moderna, convirtiéndolo en un punto de encuentro para locales y turistas.

Conclusión

El edificio de la calle Avinyó es más que una simple estructura; es un símbolo de la historia, la cultura y la cooperación internacional. Su legado perdura no solo a través de su arquitectura, sino también a través de las organizaciones que alberga y los descubrimientos que revela. A medida que Barcelona continúa evolucionando, este inmueble permanecerá como un recordatorio de su rica herencia y su papel en el escenario global.

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