Un sondeo revela que el 59% de los catalanes siente que la democracia está en peligro.
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La percepción de amenaza a la democracia
Un reciente sondeo del Institut de Cièncis Polítiques i Socials (ICPS) ha revelado que un alarmante 59% de los catalanes cree que la democracia está amenazada. Este estudio, realizado justo después de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pone de manifiesto la creciente preocupación entre la población sobre el futuro democrático de la región.
Las principales amenazas identificadas incluyen las fake news (83,7%), la extrema derecha (81,7%) y las desigualdades económicas (79,2%).
Factores que alimentan la preocupación
El sondeo, que incluyó 1.200 entrevistas domiciliarias entre el 7 de noviembre y el 3 de diciembre de 2024, también exploró la percepción de los encuestados sobre su calidad de vida.
Aunque solo un 22% de los participantes siente que su forma de vida está amenazada, las mujeres de entre 25 y 50 años son las que más expresan esta preocupación. Las principales amenazas mencionadas son la situación económica, la inflación y los altos precios, lo que indica que la economía juega un papel crucial en la percepción de seguridad y bienestar de los ciudadanos.
La influencia de la extrema derecha
El director del ICPS, Oriol Bartomeus, ha señalado que la idea de que la democracia está en peligro es una percepción generalizada y transversal, que no se limita a un grupo político específico. Sin embargo, se ha observado una tendencia preocupante entre los jóvenes, especialmente entre los hombres de 18 a 24 años, donde un 16,4% admite que en ciertas circunstancias un régimen autoritario podría ser preferible a la democracia. Esta tendencia refleja la influencia de discursos antidemocráticos que han ganado terreno en los últimos años, especialmente a través de las redes sociales.
La polarización en el debate sobre la inmigración
El sondeo también aborda la cuestión de la inmigración, que no se percibe como una preocupación mayoritaria en Cataluña. A pesar de que un 53,9% de los encuestados se muestra favorable a la inmigración, un 54,1% apoya limitar la entrada de inmigrantes, lo que indica un aumento en la polarización del debate. Este cambio es notable, ya que en el año anterior solo un 44,4% de los encuestados se mostraba a favor de establecer límites. La creciente preocupación por la inmigración se ha visto impulsada por partidos políticos que han hecho de este tema una de sus principales banderas, lo que ha influido en la opinión pública.