La isla griega enfrenta una intensa actividad sísmica que ha llevado a miles a evacuar.
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La situación actual en Santorini
La hermosa isla de Santorini, conocida por sus impresionantes vistas y arquitectura única, se enfrenta a una crisis sin precedentes. Desde el pasado viernes, la isla ha sido sacudida por más de 550 terremotos, lo que ha llevado a la evacuación de aproximadamente 11,000 personas, tanto residentes como turistas.
La magnitud de los temblores ha alcanzado hasta 4.3 grados, según el Instituto Geodinámico de Atenas, lo que ha generado un clima de incertidumbre y miedo entre la población.
Evacuaciones y medidas de seguridad
Ante el temor de un posible tsunami y la intensificación de los sismos, muchos isleños han decidido anticiparse a cualquier orden oficial de evacuación.
Desde el lunes, el puerto de Santorini ha visto una gran afluencia de personas que intentan embarcar en ferris hacia Atenas, aunque la conexión marítima se ha visto interrumpida por condiciones climáticas adversas. La única alternativa para escapar es el aeropuerto, donde se están organizando vuelos extraordinarios para facilitar la salida de los evacuados.
Impacto en la infraestructura y servicios de emergencia
A pesar de que hasta ahora no se han reportado heridos graves ni daños significativos, las autoridades han tomado medidas preventivas. El Ministerio de Protección Ciudadana de Grecia ha reforzado los servicios de emergencia, incluyendo la presencia de bomberos y equipos de rescate equipados con drones y perros de búsqueda. Además, se han cerrado varias áreas costeras y las escuelas han permanecido cerradas desde el inicio de la crisis. La población está en alerta, y las autoridades están preparadas para responder a cualquier eventualidad.
La historia sísmica de Grecia
Grecia es conocida por su alta actividad sísmica, situada en el límite de las placas tectónicas africana y euroasiática. Sin embargo, la intensidad y frecuencia de los recientes temblores en Santorini son inusuales. Los expertos advierten que aunque no se pueden predecir terremotos, la situación actual podría ser un precursor de un evento mayor, similar al devastador terremoto de 1956 que causó un tsunami y la muerte de 53 personas. La comunidad científica sigue de cerca la actividad sísmica, esperando que no se despierte la actividad de los volcanes de la región, que también representan un riesgo significativo.
