La importancia de construir una narrativa propia en el debate político actual
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La trampa de la reacción política
En el actual clima político, donde la polarización y la desinformación son moneda corriente, es crucial que los políticos y sus equipos de comunicación eviten caer en la trampa de reaccionar a cada provocación del adversario.
Como señala el senador Bernie Sanders, responder a cada declaración absurda puede reforzar el marco que el oponente ha establecido. Esto implica que, al reaccionar, se está validando y amplificando la narrativa del adversario, lo que puede resultar en un efecto Streisand, donde la censura o la crítica solo aumentan la notoriedad de lo que se intenta condenar.
Construyendo una narrativa propia
Para contrarrestar esta dinámica, es fundamental que los demócratas y otros partidos de oposición construyan una agenda propia. Esto significa hablar de sus propios temas y preocupaciones, en lugar de centrarse únicamente en las acciones del presidente o del partido en el poder. La clave está en desarrollar una narrativa positiva y propositiva que resuene con los votantes y que ofrezca soluciones a los problemas que enfrentan. En este sentido, el enfoque debe ser proactivo, marcando la agenda y definiendo el discurso político.
La importancia de la iniciativa en política
Como bien dijo Johan Cruyff, “si nosotros tenemos el balón, ellos no pueden marcar”. En el ámbito político, tener la iniciativa es esencial. Esto no solo implica ser la voz que propone, sino también tener la capacidad de dirigir la conversación hacia temas que beneficien a la sociedad. La saturación del espacio mediático con múltiples temas y la creación de un ritmo frenético de comunicación son estrategias que pueden desgastar a los oponentes y mantenerlos a la defensiva. Sin embargo, esto debe hacerse con cuidado, evitando caer en provocaciones que desvíen la atención de los temas importantes.