Los comerciantes de La Explanada luchan por mantener su actividad tras 45 años.
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La situación actual de los comerciantes de La Explanada
La Explanada de Alicante, un emblemático paseo marítimo, ha sido testigo de una controversia creciente tras el ultimátum del Ayuntamiento que ha llevado al cierre de las tradicionales casetas de artesanía y souvenirs.
Este cierre, que afecta a aproximadamente 60 comerciantes, marca el fin de una actividad que ha perdurado durante 45 años, con una concesión administrativa válida hasta 2026. Sin embargo, la promesa de reubicación en un nuevo espacio ha quedado en el aire, dejando a muchos en una situación precaria.
Las promesas incumplidas del Ayuntamiento
Los comerciantes, que han estado en la zona durante décadas, se sienten traicionados por el Ayuntamiento. A pesar de haber aceptado la decisión de abandonar sus puestos bajo la promesa de ser trasladados a un aparcamiento cercano, este proyecto ha sido relegado a un cajón de asuntos pendientes. La falta de acción por parte del Consistorio ha llevado a la frustración y a la desconfianza entre los vendedores, quienes consideran que el Ayuntamiento ha intentado deshacerse de ellos sin ofrecer soluciones viables.
Las alternativas propuestas y su rechazo
Las propuestas de reubicación han sido variadas, pero ninguna ha resultado satisfactoria. Desde la ubicación entre el Hotel Meliá y la playa, hasta la acera entre el parking de Canalejas y la sala de exposiciones de la Lonja del Pescado, todas han sido desechadas por diferentes razones. Los comerciantes, que han tenido que realizar mediciones y estudios por su cuenta, sostienen que no hay suficiente espacio para operar adecuadamente en las nuevas ubicaciones. La Autoridad Portuaria también ha rechazado la posibilidad de trasladarse al paseo portuario, lo que ha dejado a los vendedores sin opciones.
El impacto en la comunidad y el futuro incierto
La situación actual no solo afecta a los comerciantes, sino también a la comunidad que ha disfrutado de la oferta cultural y artesanal que estos puestos han brindado durante años. Muchos de los vendedores son parte de la historia de Alicante, con familias que han trabajado en la misma ubicación durante generaciones. La incertidumbre sobre su futuro ha llevado a la recolección de firmas en apoyo a su causa, con la esperanza de que su larga trayectoria sea reconocida y valorada. La lucha por mantener su actividad continúa, y los comerciantes están decididos a no rendirse ante lo que consideran una injusticia.
