Irene Montero destaca la importancia de la movilización ciudadana en Lavapiés.
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La presentación del libro y la manifestación
Este lunes, Irene Montero rompió su silencio tras un intenso fin de semana en Lavapiés, donde la presentación de su nuevo libro se transformó en una manifestación vecinal. Este evento se llevó a cabo en respuesta a las amenazas de Daniel Esteve, líder del grupo Desokupa, quien no asistió a la concentración.
La exministra de Igualdad expresó su satisfacción por la masiva respuesta de los ciudadanos que llenaron las calles en apoyo a la causa. Montero, entre risas, comentó: «Al final, ni él ni sus cojones se plantaron en Lavapiés», subrayando la ausencia de Esteve como un triunfo de la comunidad.
La importancia de la movilización ciudadana
Montero destacó la movilización como una herramienta esencial para frenar discursos y acciones que, según ella, promueven el fascismo. «Estoy muy orgullosa de la respuesta vecinal que se dio en Lavapiés. Esto ha pasado esta vez y por eso se ha quedado en una amenaza, porque ellos sabían que iba a haber una respuesta vecinal», afirmó. La exministra enfatizó que la unión de los vecinos es fundamental para detener el avance de ideologías extremistas, afirmando que «así es como se para el fascismo, con vecinos y vecinas que se hartan».
Críticas a la impunidad de grupos extremistas
Durante la concentración, Montero también criticó la impunidad con la que operan ciertos colectivos, a los que describió como «bandas de neonazis» que actúan sin temor a represalias. «Llevan paseándose con total impunidad desahuciando gente en el peor momento de sus vidas», denunció. La exministra cuestionó la falta de acción por parte de las autoridades, señalando que, a pesar de contar con el Código Penal, estos grupos no son ilegalizados. La situación en Lavapiés refleja una creciente preocupación por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, especialmente en tiempos de crisis.