La cadena alemana planea abrir 50 nuevos supermercados en 2025 para competir con Mercadona.
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La ambición de Lidl en el mercado español
Lidl, la conocida cadena de supermercados discount, ha marcado un ambicioso objetivo para los próximos años en España. Con la intención de convertirse en la primera opción para los consumidores, la empresa alemana planea abrir 50 nuevos establecimientos en 2025, lo que elevaría su total a 750 tiendas en el país.
Esta estrategia busca cerrar la brecha con Mercadona, el líder indiscutible del mercado español, que actualmente opera más de 1.600 tiendas y posee una cuota de mercado del 26%, según datos de Kantar.
Desafíos y oportunidades en la expansión
Imanol Zabala, director general de Expansión e Inmuebles de Lidl, ha expresado que la compañía no está satisfecha con su posición actual y que hay un gran potencial de crecimiento. A pesar de que Lidl ha cerrado 2024 con una cuota de mercado del 6,6%, solo por detrás de Carrefour, que tiene un 9,4%, la cadena reconoce que aún tiene un largo camino por recorrer. La competencia en el sector es feroz, especialmente con rivales como Aldi, que cuenta con alrededor de 470 establecimientos en España.
Inversiones en logística y sostenibilidad
Para respaldar su expansión, Lidl ha realizado significativas inversiones en logística. La apertura de su mayor plataforma logística en Martorell, Barcelona, está prevista para mayo o junio de este año, con un gasto total de aproximadamente 140 millones de euros. Esta inversión es parte de un plan más amplio que ha visto a Lidl invertir cerca de 1.540 millones de euros en España desde 2020, incluyendo la construcción de 13 plataformas logísticas y la creación de más de 18.500 empleos. La cadena también ha destacado su compromiso con la sostenibilidad, buscando simplificar la burocracia para obtener licencias y acelerar el proceso de apertura de nuevas tiendas.
Impacto en la economía española
La actividad de Lidl en España ha tenido un impacto significativo en la economía nacional. En el último ejercicio, la facturación de la cadena alcanzó los 6.572 millones de euros, y se estima que su actividad generó 180.389 empleos en el país. Además, Lidl contribuyó con 8.672 millones de euros al PIB español, lo que representa un aumento del 6% en comparación con el año anterior. Este crecimiento no solo refleja la solidez de la marca, sino también su capacidad para adaptarse a un entorno económico cambiante y a las necesidades de los consumidores.