El historiador Jordi Canal cuestiona la relevancia de los homenajes a Franco en la actualidad.
Temas cubiertos
Los actos conmemorativos de Franco: una mirada crítica desde la historia
En el contexto actual de España, los actos conmemorativos por la muerte de Francisco Franco han generado un intenso debate. El historiador y profesor Jordi Canal, de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, ha expresado su opinión sobre estos eventos, calificándolos como un «montaje» que beneficia al presidente Pedro Sánchez y a su gobierno.
Según Canal, estos homenajes no solo carecen de sentido, sino que también celebran la incapacidad de la oposición antifranquista para desmantelar el legado del dictador.
La crítica de Jordi Canal a los homenajes
En una reciente entrevista en Cope Catalunya, Canal argumentó que conmemorar la muerte de Franco es un despropósito, dado que el dictador falleció en su cama en 1975, en un momento en que la oposición antifranquista era prácticamente inexistente.
Esta reflexión invita a cuestionar la relevancia de recordar a una figura que, según el historiador, no representa un avance en la lucha por la democracia en España. Canal sostiene que estos actos no hacen más que resaltar la falta de efectividad de la oposición en su momento, lo que plantea interrogantes sobre el verdadero propósito de tales conmemoraciones.
La historia contemporánea de España a través de la literatura
Jordi Canal también es autor del libro Contar España: Una historia contemporánea en doce novelas, donde explora la historia del país a través de obras de destacados autores como Unamuno, Pérez Galdós y Javier Cercas. Este enfoque literario permite una comprensión más profunda de los eventos históricos y sus repercusiones en la sociedad española. Canal utiliza la literatura como una herramienta para reflexionar sobre la identidad nacional y los desafíos que ha enfrentado España a lo largo de los años.
Reflexiones sobre la situación actual en Francia
Además de su análisis sobre España, Canal también ha compartido su perspectiva sobre la situación en Francia, describiéndola como un país «irreformable». Según él, en los últimos 30 años, todos los gobernantes han prometido reformas que nunca se han materializado. Esta afirmación resuena con la crítica que hace a la falta de acción en la política española, sugiriendo que tanto en Francia como en España, los líderes políticos a menudo no cumplen sus promesas, lo que genera desconfianza en la ciudadanía.
