La administración Biden intensifica las sanciones contra el régimen venezolano tras la toma de posesión de Maduro.
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Recompensa por la captura de Maduro
La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de aumentar la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha generado un gran revuelo en el ámbito internacional.
La recompensa, que ahora asciende a 25 millones de dólares, forma parte de una serie de sanciones impuestas por la administración de Joe Biden, en respuesta a la toma de posesión de Maduro para un nuevo mandato, en medio de acusaciones de fraude electoral y violaciones de derechos humanos.
Contexto político en Venezuela
La situación política en Venezuela es cada vez más tensa. La oposición, liderada por figuras como Edmundo González Urrutia, ha denunciado que la reciente elección fue un “golpe de Estado” encubierto, reclamando la victoria electoral y cuestionando la legitimidad del gobierno de Maduro. Este contexto ha llevado a Estados Unidos a tomar medidas más drásticas, no solo contra Maduro, sino también contra otros altos funcionarios del gobierno venezolano, como el ministro del Interior, Diosdado Cabello, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, por quienes también se ofrecen recompensas significativas.
Sanciones económicas y protección temporal
Además de las recompensas, el Departamento del Tesoro de EE. UU. ha impuesto sanciones económicas a varios altos cargos del gobierno venezolano, acusándolos de represión y corrupción. Estas sanciones buscan limitar los ingresos del régimen de Maduro y presionar por un cambio político en el país. En un giro positivo, la administración Biden también ha decidido extender el estatus de protección temporal (TPS) para miles de venezolanos que residen en EE. UU., permitiéndoles trabajar y vivir sin temor a ser deportados. Esta medida refleja un intento de equilibrar la presión sobre el régimen de Maduro mientras se apoya a los ciudadanos venezolanos que han huido de la crisis en su país.
