Explorando la relación entre dos figuras clave del rally y su impacto en el deporte.
Temas cubiertos
Una conexión forjada en la competición
La historia de amistad entre Eduard Pons y Nasser al Attiyah comenzó en el año 2020, cuando ambos se conocieron tras una carrera en Canarias. Desde entonces, su relación ha evolucionado, pasando de ser simples conocidos a convertirse en socios y amigos cercanos.
Esta conexión no solo se basa en su pasión por el motorsport, sino también en intereses comunes en el ámbito agrario y empresarial.
El apoyo incondicional de Nasser al Attiyah
Nasser al Attiyah, pentacampeón del Dakar, ha demostrado ser un gran mentor para Pons.
A pesar de que Pons compite en una categoría inferior, los Challenger, su amigo qatarí le ha proporcionado un coche de alta calidad, lo que le permite ser más competitivo. “Siempre nos habíamos encontrado con que no éramos suficientemente competitivos por no tener la pieza necesaria, y este equipo nos lo da”, explica Pons, quien ha estado compitiendo desde 1989 en diversas disciplinas del automovilismo.
Un enfoque en la sostenibilidad y el entorno
Además de su pasión por las carreras, Nasser al Attiyah ha mostrado un gran interés por la sostenibilidad. En su finca de Can Ponç en Castellfollit del Boix, ha implementado proyectos para plantar olivos, buscando embellecer la zona y prevenir incendios forestales. Esta faceta agraria de Al Attiyah resalta su compromiso con el medio ambiente y su amor por Catalunya, donde ha encontrado un segundo hogar.
La importancia de la confianza en el deporte
La relación entre Pons y Al Attiyah se basa en la confianza mutua. Pons, a sus 57 años, ha demostrado ser un piloto maduro y centrado, cualidades que Nasser valora en su equipo. “En los rally-raids se necesitan pilotos maduros y centrados, y Nasser ha visto mi capacidad de gestión”, comenta Pons. Esta confianza ha permitido que ambos se apoyen en sus respectivas carreras, creando un vínculo que va más allá de la competición.
Un futuro prometedor en el rally
Con el apoyo de Nasser al Attiyah, Eduard Pons se encuentra en una posición privilegiada para seguir compitiendo y mejorando en el mundo del rally. La combinación de su experiencia y la infraestructura que le proporciona su amigo qatarí promete un futuro brillante para ambos en el deporte. La historia de su amistad es un testimonio de cómo las relaciones personales pueden influir positivamente en el rendimiento deportivo y en la vida profesional.