Descubre cómo el Capitolio se convirtió en un símbolo de la democracia y la historia de EE. UU.
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La historia del Capitolio de Washington: símbolo de la democracia estadounidense
El Capitolio de Washington, sede del Congreso de los Estados Unidos, se erige como un monumental símbolo de la democracia y la historia de la nación. Su construcción comenzó en 1793, en un contexto histórico marcado por la independencia de las trece colonias británicas y la búsqueda de un nuevo orden político basado en los principios de igualdad y libertad.
Este edificio no solo alberga las cámaras legislativas, sino que también representa el espíritu de una nación que emergía con ideales ilustrados.
Un diseño inspirado en la tradición clásica
El diseño del Capitolio fue encargado al arquitecto Pierre Charles L’Enfant, quien fue elegido por su visión de una capital que reflejara los valores republicanos.
Sin embargo, la construcción del Capitolio fue un esfuerzo colectivo que involucró a varios arquitectos, entre ellos William Thornton y Benjamin H. Latrobe, quienes aportaron sus ideas y estilos. La influencia de la arquitectura clásica es evidente en la estructura, con columnas y proporciones que evocan la grandeza de los antiguos templos griegos y romanos.
La masonería y su influencia en el Capitolio
Un aspecto fascinante de la historia del Capitolio es su conexión con la masonería. Muchos de los padres fundadores, incluidos George Washington y Thomas Jefferson, eran masones. Esta fraternidad influyó en la simbología y el diseño del edificio. La ceremonia de colocación de la primera piedra, presidida por Washington en 1793, fue un evento masónico que subrayó la importancia de la fraternidad en la construcción de la nueva nación. Elementos como la escuadra y el compás, símbolos masónicos, se encuentran en diversas partes del Capitolio, reflejando la ideología de sus creadores.
Transformaciones a lo largo de los años
A lo largo de su historia, el Capitolio ha sufrido numerosas transformaciones. Durante la Guerra de 1812, fue incendiado por las tropas británicas, lo que llevó a una reconstrucción significativa. En el siglo XIX, se realizaron ampliaciones para acomodar el creciente número de legisladores, lo que resultó en la famosa cúpula de hierro fundido que hoy conocemos. Esta cúpula, que se eleva majestuosamente sobre el edificio, se completó en 1866 y se ha convertido en un símbolo icónico de la ciudad de Washington.
El Capitolio en la actualidad
Hoy en día, el Capitolio no solo es un centro de actividad legislativa, sino también un lugar de encuentro para la historia y la cultura estadounidense. Los pasillos del Capitolio están adornados con murales que representan momentos clave de la historia de EE. UU., desde la llegada de Colón hasta la llegada del hombre a la Luna. Este edificio sigue siendo un símbolo de la democracia, donde se llevan a cabo importantes ceremonias y eventos nacionales, reflejando la evolución de la nación y su compromiso con los ideales de libertad y justicia.
