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El enigma del calendario: reflexiones sobre el tiempo y la vida

Un análisis del enigma de Oriol Comas y su relación con el tiempo

Reflexiones sobre el tiempo y la vida en el calendario
Explora el enigma del calendario y su impacto en nuestra vida.

El enigma de Oriol Comas

Cada fin de año, el amigo Oriol Comas i Coma se convierte en el centro de atención con su peculiar tradición de repartir estampitas. En el reverso de estas estampitas, se imprime el calendario del año siguiente, mientras que el anverso presenta un enigma que invita a la reflexión.

Este año, el desafío consiste en un rombo blanco sobre fondo rojo, con las cifras 3333 y 55, y la pregunta: “¿Qué haríamos con cuatro treses y dos cincos?”.

La esencia de este enigma radica en la aritmética, un juego de números que, aunque parece sencillo, puede resultar complicado de resolver.

La solución, que siempre es el número del año siguiente, se convierte en una metáfora de la vida misma: conocemos el final, pero el camino para llegar a él está lleno de incertidumbres y sorpresas.

La resolución del enigma

Para desentrañar el misterio del calendario de 2025, es necesario realizar una serie de multiplicaciones. Primero, multiplicamos el número tres de 3333 por la cantidad de treses que contiene, que son cuatro. Esto nos da como resultado doce, el número de meses del año. Luego, multiplicamos los dos cincos de 55, lo que nos lleva al nombre del año que viene: 25. Finalmente, al multiplicar todas las cifras impresas (3x3x3x3x5x5), llegamos a la solución que ya conocíamos: 2025.

Comas también señala que 2025 es un cuadrado perfecto (45×45), lo que añade una capa adicional de significado a este año. Esta característica matemática lo convierte en un año único en nuestras vidas, un recordatorio de que el tiempo, al igual que los números, tiene sus propias reglas y sorpresas.

Reflexiones sobre el tiempo y la vida

El enigma del calendario no solo es un juego de números, sino que también invita a reflexionar sobre nuestra existencia. Cada año que pasa es una oportunidad para aprender, crecer y enfrentar nuevos desafíos. La vida, al igual que el enigma de Comas, está llena de preguntas sin respuesta y caminos inciertos. Sin embargo, es precisamente esta incertidumbre lo que la hace valiosa.

Al mirar hacia el futuro, es importante recordar que, aunque conocemos el destino final, el viaje está lleno de experiencias que nos moldean. Así como Comas nos desafía a resolver su enigma, la vida nos invita a encontrar nuestras propias respuestas en medio de la complejidad y el misterio.

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