La Policía finlandesa investiga el daño causado por el petrolero en infraestructuras eléctricas.
Temas cubiertos
Incidente en el Golfo de Finlandia
El 28 de diciembre de 2024, una fotografía capturada frente a Porkkalanniemi, en Kirkkonummi, reveló la presencia del petrolero Eagle S, un buque que ha suscitado serias preocupaciones tras ser vinculado a la rotura del cable submarino Estlink 2.
Esta infraestructura eléctrica es crucial, ya que conecta a Finlandia con Estonia, y su daño ha generado un impacto significativo en la red eléctrica de la región. Las autoridades finlandesas han tomado medidas drásticas, confiscando el barco como parte de una investigación en curso.
Investigaciones en curso
De acuerdo con la radiotelevisión pública finlandesa Yleisradio, el Eagle S se encuentra actualmente bajo custodia de la Policía y la Guardia Costera, que lo están trasladando al puerto de Kilpilahti, en el sur del país. Este buque, registrado en las Islas Cook, estaba realizando rutas entre Rusia y Egipto y ha sido relacionado con la denominada “flota fantasma” de Rusia, lo que añade un nivel de complejidad a las investigaciones. Las autoridades están analizando no solo la rotura del Estlink 2, que se estima ocurrió el día de Navidad, sino también daños en otros cuatro cables de telecomunicaciones que se atribuyen al mismo barco.
Impacto económico y reparaciones
La empresa energética finlandesa Fingrid ha estimado que las reparaciones del cable Estlink 2 se extenderán hasta el próximo verano, con un costo que podría alcanzar decenas de millones de euros. Kimmo Nepola, responsable de la red eléctrica de Fingrid, ha señalado que las reparaciones son necesarias para restaurar la funcionalidad de la infraestructura eléctrica y minimizar el impacto en el suministro de energía. Este incidente no solo pone de relieve la vulnerabilidad de las infraestructuras submarinas, sino que también plantea interrogantes sobre la seguridad marítima en la región del Báltico.