Mette-Marit comparte su experiencia tras los recientes escándalos familiares y la búsqueda de ayuda profesional.
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Un año complicado para la familia real noruega
La princesa Mette-Marit de Noruega ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses, especialmente tras las acusaciones de delitos sexuales que han rodeado a su hijo, Marius Borg Høiby.
En una reciente entrevista en un programa navideño de la cadena NRK, Mette-Marit se sinceró sobre el impacto que estos eventos han tenido en su familia. A pesar de evitar preguntas directas sobre su hijo, la princesa admitió que 2024 ha sido un año “muy duro” para ellos.
La importancia de la ayuda profesional
Durante la entrevista, Mette-Marit reveló que la familia real ha estado recibiendo “ayuda profesional” del sistema sanitario, lo que sugiere que han estado enfrentando desafíos emocionales significativos. “No creo que hubiésemos sido capaces de soportar una situación así sin esa ayuda”, confesó, destacando la necesidad de apoyo en momentos de crisis. Este reconocimiento de la vulnerabilidad familiar es un paso importante hacia la normalización de la búsqueda de ayuda en situaciones difíciles.
Los problemas legales de Marius Høiby
Marius Høiby, aunque no forma parte oficial de la familia real, ha estado en el centro de la atención mediática debido a múltiples acusaciones de delitos sexuales. Desde su primera detención en agosto, ha enfrentado serias acusaciones que incluyen violaciones y agresiones. La situación ha sido complicada no solo para él, sino también para su familia, que ha intentado mantener una imagen pública mientras lidian con estos problemas personales. La princesa Mette-Marit ha enfatizado que, a pesar de las dificultades, su familia sigue comprometida con sus responsabilidades hacia el pueblo noruego.
