Un fuerte sismo afecta a la infraestructura en el sureste de la isla sin víctimas fatales.
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Un sismo significativo en Cuba
El reciente terremoto de magnitud 6,1 en la escala de Richter, ocurrido en la madrugada del lunes, ha dejado una huella de destrucción en la región sureste de Cuba. Con epicentro a 35 kilómetros al suroeste de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, este evento sísmico ha afectado más de 90 viviendas y cuatro edificaciones estatales.
A pesar de la magnitud del sismo, las autoridades locales han informado que, hasta el momento, no se han reportado pérdidas humanas, lo que es un alivio para la población afectada.
Réplicas y actividad sísmica
Desde el momento del terremoto, el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba (Cenais) ha registrado aproximadamente 300 réplicas, de las cuales tres han sido perceptibles con magnitudes entre 3 y 4 grados.
Este fenómeno es considerado normal en la actividad sísmica, según el jefe del Servicio Sismológico Nacional, Enrique Diego Arango. La población ha sentido estas sacudidas, lo que ha generado preocupación, aunque se ha enfatizado que no son réplicas directas del sismo de noviembre pasado en la provincia de Granma.
Historial sísmico de la región
La región oriental de Cuba ha sido históricamente propensa a la actividad sísmica. En 2023, se registraron un total de 7.475 sismos, de los cuales 14 fueron perceptibles. La falla geológica Oriente, que se extiende a lo largo de la costa sureste de la isla, es la principal zona de actividad sísmica, representando cerca del 70% de los temblores reportados. En noviembre de 2023, dos terremotos de magnitudes 6 y 6,7 causaron daños significativos, dejando a más de 8.600 viviendas afectadas y 10 personas heridas. Este contexto resalta la importancia de la preparación ante desastres naturales en la región.
La respuesta de las autoridades
Las autoridades cubanas están trabajando para evaluar los daños y proporcionar asistencia a los afectados. La rápida respuesta es crucial para mitigar el impacto de estos eventos sísmicos en la población. La comunidad se ha unido para ayudar a aquellos que han perdido sus hogares, demostrando una resiliencia admirable ante la adversidad. La educación sobre la prevención y la preparación para terremotos es fundamental en una región con un historial sísmico tan activo.