Un vuelo de Ryanair enfrenta turbulencias severas antes de aterrizar en Baleares
Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta entre Eindhoven, en los Países Bajos, y Palma de Mallorca, se convirtió en una experiencia aterradora para los pasajeros el pasado domingo por la noche. Las turbulencias extremas, provocadas por ráfagas de viento que alcanzaron los 150 kilómetros por hora, hicieron que el aterrizaje se tornara en un verdadero desafío para la tripulación y los viajeros a bordo.
Retrasos y condiciones adversas
El vuelo ya había comenzado con un retraso debido a la necesidad de descongelar las alas del avión, lo que generó una sensación de inquietud entre los pasajeros. A pesar de que el trayecto transcurrió de manera relativamente tranquila, la situación cambió drásticamente al acercarse a la isla.
Los pasajeros fueron informados por megafonía que experimentarían diez minutos de turbulencias, pero lo que siguió fue mucho más intenso de lo que se había anticipado.
Un aterrizaje complicado
Durante el primer intento de aterrizaje, el piloto se vio obligado a abortar la maniobra debido a las condiciones climáticas adversas. En un momento de gran tensión, los pasajeros escucharon al piloto comunicar que intentaría nuevamente aterrizar, aunque sin garantías de éxito. Este anuncio generó un ambiente de pánico a bordo, donde se podían escuchar gritos, llantos y hasta rezos entre los viajeros, quienes se aferraban a sus asientos mientras el avión luchaba contra las turbulencias.
Un final afortunado
A pesar del caos y el miedo vivido durante el vuelo, el Boeing 737 finalmente logró aterrizar con éxito en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Aunque no hubo consecuencias físicas para los pasajeros, la experiencia dejó una huella imborrable en quienes vivieron el aterrizaje. Los medios locales han compartido videos que capturan la angustia de los pasajeros, reflejando el terror que sintieron en esos momentos críticos.
Este incidente pone de relieve la importancia de la seguridad aérea y la preparación de las tripulaciones para enfrentar situaciones de emergencia. A pesar de las adversidades, la profesionalidad del piloto y su equipo fueron claves para garantizar que todos los pasajeros llegaran a su destino, aunque con una historia que contar sobre un vuelo que se convirtió en una experiencia de vida.