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Desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, el país ha sido escenario de múltiples conflictos y enfrentamientos. La caída del régimen de Bashar al Assad ha permitido la proliferación de grupos yihadistas y rebeldes, lo que ha llevado a una inestabilidad crónica en la región.
En este contexto, Israel ha llevado a cabo numerosos ataques aéreos, justificándolos como medidas de defensa ante la amenaza que representan estos grupos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha reportado una serie de bombardeos atribuidos al Ejército de Israel en localidades de la zona oeste de Siria, específicamente en la costa del mar Mediterráneo.
Estos ataques se han dirigido a objetivos que, según informes, son instalaciones militares, incluyendo almacenes de misiles y sistemas de defensa aérea. Las localidades afectadas incluyen Harisun, Al Jarab, Malaka y Akkar, en la región de Tartús. A pesar de la magnitud de los ataques, hasta el momento no se han reportado víctimas, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad y el objetivo de estas operaciones.
Desde hace aproximadamente una semana, Israel ha intensificado sus ataques aéreos en Siria, lo que ha llevado a expertos a considerar estos bombardeos como los más violentos en la región desde 2012. La estrategia de Israel parece centrarse en desmantelar el arsenal militar del antiguo régimen sirio, con el objetivo de evitar que caiga en manos de grupos que podrían utilizarlo para atacar territorio israelí. Esta escalada de violencia no solo afecta a Siria, sino que también tiene implicaciones para la seguridad regional y la estabilidad de los países vecinos.
La población civil en Siria continúa sufriendo las consecuencias de este conflicto prolongado. Los bombardeos no solo destruyen infraestructura militar, sino que también afectan a comunidades enteras, generando desplazamientos y un aumento en la crisis humanitaria. Las organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la falta de protección a los civiles en medio de estos enfrentamientos, lo que resalta la necesidad urgente de una solución pacífica al conflicto.
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