Investigadores analizan un yacimiento que revela actos de violencia extrema en la prehistoria británica.
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Un hallazgo inquietante en Charterhouse Warren
En un yacimiento arqueológico en Charterhouse Warren, Somerset, se han descubierto restos humanos que datan de la Edad de Bronce, específicamente entre el 2500 y el 1500 a.C. Este descubrimiento ha dejado a los investigadores perplejos, ya que se han encontrado indicios de rituales caníbales y actos de violencia extrema.
Al menos 37 individuos fueron masacrados y sus restos arrojados a un pozo de 15 metros de profundidad, lo que sugiere un acto de venganza brutal entre grupos rivales de la época.
La deshumanización del enemigo
Los expertos creen que estos actos de canibalismo no eran simplemente una cuestión de supervivencia, sino una forma de deshumanizar al enemigo.
Al consumir la carne de sus oponentes, los agresores buscaban alterar la percepción de sus víctimas, tratándolas como animales. Este tipo de rituales puede haber sido una respuesta a ofensas percibidas, donde la violencia se convirtió en un medio para restaurar el honor perdido. La investigación, publicada en la revista Antiquity, destaca la importancia de entender estos comportamientos en el contexto de la prehistoria británica.
Los investigadores han analizado más de 3.000 huesos humanos y han encontrado marcas de cortes y fracturas que indican una muerte violenta. Sin embargo, no hay evidencia de que el canibalismo fuera motivado por la falta de recursos, ya que se encontraron abundantes restos de ganado en el mismo yacimiento. Esto sugiere que las tensiones sociales, como insultos o robos, pudieron haber desencadenado este ciclo de violencia. Además, la presencia de infecciones en los dientes de algunos niños sugiere que las enfermedades también pudieron haber exacerbado las tensiones entre las comunidades.
Un recordatorio de la violencia en la prehistoria
El hallazgo en Charterhouse Warren desafía la percepción común de la prehistoria como un período de paz y armonía. Los investigadores, liderados por el profesor Rick Schulting, advierten que este yacimiento es un recordatorio de que los seres humanos de la antigüedad eran capaces de actos de violencia extrema, similares a los que hemos presenciado en épocas más recientes. La historia de estos individuos, que fueron víctimas de un conflicto brutal, resalta la complejidad de las relaciones sociales en la prehistoria y la necesidad de seguir investigando para comprender mejor el comportamiento humano a lo largo del tiempo.