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Los reyes de Dinamarca, Federico y Mary, han decidido hacer una pausa en sus obligaciones oficiales y disfrutar de un fin de semana en Madrid, justo antes de la llegada de la Navidad. Esta escapada familiar no solo les permite desconectar, sino también disfrutar de la rica oferta cultural y de ocio que la capital española tiene para ofrecer en esta época del año.
La familia real danesa, compuesta por el rey Federico, la reina Mary y sus cuatro hijos: Isabella, Christian, Vincent y Josephine, se ha alojado en el lujoso hotel Santo Mauro, ubicado en el exclusivo barrio de Chamberí.
Este hotel, que se encuentra en el Triángulo de Oro de Madrid, es conocido por su elegancia y su cercanía a importantes puntos de interés de la ciudad. La elección de este lugar refleja el deseo de la familia de disfrutar de un ambiente privado y cómodo durante su estancia.
Durante su visita, los reyes han sido vistos paseando por las calles de Madrid, donde han disfrutado de la atmósfera festiva que caracteriza a la ciudad en diciembre. Los ciudadanos han tenido la oportunidad de ver a la familia real en lugares emblemáticos, como la calle Marqués del Riscal, famosa por sus tiendas de lujo. Testigos han comentado que la reina Mary mostró un lado cariñoso y cercano, abrazando a una de sus hijas mientras caminaban. Este tipo de interacciones humanas resalta la normalidad que la familia busca en sus escapadas.
A pesar de su escapada a Madrid, la familia real danesa ya tiene en mente sus planes para las festividades navideñas. Este año será especial, ya que es la primera vez que celebran la Navidad como reyes. El palacio de Aarhus, una de las residencias más tradicionales de la familia, será el escenario principal de sus celebraciones, donde planean estar entre el 23 y el 26 de diciembre. Posteriormente, se trasladarán al palacio de Marselisborg para disfrutar de los últimos días del año en compañía de la reina Margarita.
Esta escapada a Madrid no solo representa un momento de relajación para los reyes, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos familiares en un ambiente festivo y acogedor. La familia real danesa continúa siendo un símbolo de modernidad y cercanía, mostrando que incluso los royals pueden disfrutar de momentos simples y significativos en la vida.
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