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Las recientes inundaciones en Paiporta han dejado una huella imborrable en la comunidad local. David, propietario de una fontanería, relata cómo perdió prácticamente todo en un abrir y cerrar de ojos. «El agua subió tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar», comenta con tristeza.
La riada no solo se llevó su negocio, sino también a su perra, que apareció viva a varios kilómetros de distancia. Este tipo de desastres naturales no solo afectan a las propiedades, sino que también desatan una ola de delincuencia que agrava aún más la situación.
La situación se tornó aún más crítica cuando los robos comenzaron la misma noche de las inundaciones. David y otros comerciantes se organizaron en brigadas ciudadanas para proteger sus negocios. Sin embargo, la Policía Local de Valencia ha incautado herramientas robadas en el Rastro de la ciudad, evidenciando que los delincuentes no esperaron a que la situación se estabilizara. En total, se recuperaron 54 productos valorados en casi 10.000 euros, pero muchos otros siguen desaparecidos.
Marcos, dueño de una tienda de ropa deportiva, comparte su experiencia similar. Tras la riada, su escaparate fue destrozado y su tienda saqueada. «Me robaron todo lo que se quedó seco», lamenta. A pesar de sus esfuerzos por asegurar su tienda, los ladrones continuaron ingresando sin temor. Las pérdidas de Marcos ascienden a 150.000 euros, una cifra que refleja la desesperación de muchos comerciantes que se sienten abandonados por las autoridades. La incertidumbre sobre el futuro es palpable, y muchos esperan que las ayudas institucionales lleguen a tiempo para salvar sus negocios.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.