Manifestaciones en Corea del Sur tras la destitución de Yoon Suk-yeol.
El reciente acontecimiento en Corea del Sur ha sacudido el panorama político del país. El presidente Yoon Suk-yeol fue destituido por la Asamblea Nacional, un hecho que marca un hito en la historia política surcoreana.
La moción de destitución fue aprobada el sábado por la tarde, con un apoyo notable incluso de miembros de su propio partido. Este evento no solo refleja la creciente tensión política, sino también el descontento de la población hacia la gestión del presidente.
La votación se llevó a cabo con la participación de los 300 diputados de la Asamblea Nacional. El resultado fue contundente: 204 votos a favor de la moción presentada por la oposición, 85 en contra, tres abstenciones y ocho papeletas nulas. Este resultado indica un cambio significativo en la dinámica política, donde la oposición ha logrado unir fuerzas para desafiar a un presidente que, hasta hace poco, parecía tener el control. La declaración de ley marcial el 3 de septiembre fue el detonante que llevó a esta situación, generando un amplio rechazo entre los legisladores y la ciudadanía.
Fuera del recinto parlamentario, más de doscientas mil personas se congregaron para esperar el resultado de la votación. La atmósfera era de expectativa y tensión, con muchos manifestantes que han participado en protestas anteriores. Al conocer la decisión del Parlamento, la multitud estalló en celebraciones, evidenciando el apoyo popular hacia la moción de destitución. Este fenómeno resalta la desconexión entre el gobierno y la ciudadanía, y plantea interrogantes sobre el futuro político de Yoon Suk-yeol y su partido.
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