La actriz y creadora madrileña comparte su visión sobre el teatro y la escritura.
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Un viaje artístico desde la infancia
Ana Rujas, actriz y creadora madrileña, ha logrado consolidarse como una de las voces más singulares del panorama cultural español. Desde pequeña, su pasión por la lectura la llevó a descubrir su vocación artística.
«Me di cuenta de que quería decirlo en voz alta», confiesa Rujas, recordando cómo la literatura la conectaba con algo profundo. Autores como Lorca y Machado fueron sus guías en un camino que la llevó al teatro, un espacio donde podía expresar lo que no se podía decir en la vida cotidiana.
La evolución de una artista multifacética
Con una carrera que abarca teatro, cine y televisión, Rujas ha demostrado su versatilidad. Su debut en el teatro con «La mujer más fea del mundo» marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Posteriormente, cocreó y protagonizó «Cardo», una serie que le valió un Premio Ondas. Más recientemente, su participación en «La Mesías» ha reafirmado su talento. Además, ha escrito su propio libro, «La Otra Bestia», que se estrenará en versión teatral en enero en el Matadero de Madrid. Este constante movimiento entre diferentes formatos refleja su deseo de explorar y reinventar su arte.
La honestidad como motor creativo
Rujas considera que la honestidad es fundamental en su proceso creativo. «Actuar para conseguir ser verdadera» es una paradoja que enfrenta en su trabajo. A menudo, su conexión con los personajes es tan intensa que a veces se siente confundida con ellos. Esta búsqueda de autenticidad se traduce en su escritura y en su actuación, donde intenta conectar con algo verdadero en cada proyecto. La vulnerabilidad, aunque incómoda, se convierte en una herramienta esencial para su exploración artística.
El teatro como ritual y conexión
El teatro, para Rujas, es un ritual sagrado. La energía del público es palpable y crea una conexión visceral entre el actor y la audiencia. «No hay nada tan emocionante como sentir esa energía», dice. Esta conexión es lo que hace que cada actuación sea única, y aunque a veces puede haber errores, la magia del teatro reside en la interacción con el público. La artista se siente más cómoda en este medio, donde puede plasmar sus emociones y pensamientos de manera más directa.
Adaptando la literatura al escenario
La adaptación de «La Otra Bestia» al teatro ha sido un desafío. Rujas, junto a Luis Luque y otros dramaturgos, ha trabajado en trasladar su mundo literario a un espacio físico. La obra, que no sigue una narrativa lineal, presenta relatos y textos poéticos que requieren una interpretación creativa. Rujas ha querido evitar el naturalismo y ha optado por un enfoque más artístico, buscando que la pieza resuene con el público de una manera profunda y significativa.
Reflexiones sobre el futuro y la identidad artística
Mirando hacia el futuro, Rujas se siente satisfecha con su trayectoria, pero siempre en busca de nuevos desafíos. «No sé hacer otra cosa que no sea esto», afirma, reafirmando su compromiso con el arte. Cada proyecto que emprende es una oportunidad para explorar nuevas temáticas y territorios artísticos. Su pasión por actuar y escribir sigue siendo el motor que la impulsa, y su deseo de conectar con el público es más fuerte que nunca.