Más de un millón de personas se reúnen en Sevilla para la clausura del congreso cofrade.
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Una multitudinaria celebración en Sevilla
La ciudad de Sevilla se ha visto desbordada por la devoción y la fe durante la procesión de clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular, un evento que ha reunido a más de un millón de personas en sus calles.
Este congreso, que se ha celebrado desde el pasado martes, ha culminado con una espectacular magna procesión que ha recorrido el casco histórico de la capital andaluza, destacando la participación de algunas de las imágenes más veneradas de la región.
Imágenes de gran devoción
Entre las imágenes que han desfilado se encuentran la Virgen de la Macarena y el Cristo del Gran Poder, símbolos de la religiosidad andaluza. La primera en salir de la Catedral de Sevilla fue la Virgen de los Reyes, patrona de la archidiócesis, marcando el inicio de un recorrido que ha estado adornado con más de 21.000 sillas para los asistentes. Este evento ha sido calificado como un rotundo éxito por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien ha estado presente en el palco de honor frente a la plaza de toros de la Maestranza.
Un evento internacional
El II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular ha atraído a más de 1.800 congresistas de diversos países, incluyendo México, Italia, Países Bajos y Alemania. Este evento no solo ha sido una celebración de la fe, sino también un punto de encuentro para el intercambio cultural y religioso. Las procesiones continuarán hasta altas horas de la madrugada, con la entrada de la Esperanza de Triana y la Macarena, según los horarios oficiales establecidos.
La importancia de la tradición cofrade
La tradición cofrade en Andalucía es un pilar fundamental de la cultura local, y eventos como este congreso y su procesión de clausura son una muestra del fervor y la devoción que sienten los andaluces por sus imágenes religiosas. La participación masiva en este evento subraya la relevancia de las hermandades en la vida social y espiritual de la región, consolidando a Sevilla como un epicentro de la religiosidad en España.
