Los rebeldes islamistas celebran la victoria en Damasco tras la caída del régimen.
El derrocamiento de un tirano
La reciente caída de Bachar Al Asad ha marcado un hito en la historia de Siria. Los rebeldes islamistas, liderados por Hayat Tahrir al-Sham, han proclamado su victoria al tomar el control de la televisión estatal, donde anunciaron que el régimen opresor había sido derrocado.
Este evento ha sido recibido con júbilo por muchos ciudadanos, quienes han celebrado la liberación de Damasco y la promesa de un futuro más libre.
Reacciones en Damasco
La atmósfera en Damasco es electrizante. Desde los minaretes de las mezquitas, se han escuchado gritos de alegría y el canto de ‘Allahu Akbar’, reflejando la euforia de los ciudadanos por la caída de Al Asad.
La Sala de Operaciones de Liberación de Damasco ha instado a la población a proteger las propiedades del Estado, enfatizando su visión de una Siria inclusiva para todos los sirios, independientemente de su origen o creencias.
El futuro incierto de Siria
A pesar de la celebración, el futuro de Siria sigue siendo incierto. La caída de Al Asad no garantiza la paz ni la estabilidad. Los rebeldes han tomado el control de la radio estatal y han suspendido todos los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Damasco, lo que indica un cambio drástico en la dinámica del país. La comunidad internacional observa atentamente, preguntándose cómo se desarrollarán los acontecimientos en un país que ha sufrido tanto en los últimos años.