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La reconocida empresa de juguetes Mattel, famosa por su icónica muñeca Barbie, se encuentra en el centro de una controversia tras una demanda colectiva presentada en California. El problema surgió cuando se descubrió que el embalaje de unas muñecas basadas en la película ‘Wicked’ contenía un enlace a un sitio web pornográfico, Wicked Pictures.
Este error ha generado una gran indignación entre los consumidores, especialmente entre aquellos que compraron el producto para sus hijos.
Holly Ricketson, una de las demandantes, relató que compró las muñecas para su hija menor.
Al abrir el embalaje, la niña accedió accidentalmente al enlace, lo que resultó en una experiencia traumática para ambas. Ricketson expresó su horror al ver que su hija se encontraba expuesta a “imágenes pornográficas de desnudos integrales que mostraban relaciones sexuales reales”. La madre subrayó que, de haber sabido sobre este defecto, nunca habría adquirido el producto.
Ante la creciente polémica, Mattel decidió retirar las muñecas del mercado y emitió un comunicado en el que reconocía haber cometido un “error tipográfico” en el embalaje. La empresa recomendó a los compradores que deshicieran la caja o ocultaran el enlace. Sin embargo, la controversia ha generado un debate más amplio sobre la responsabilidad de las empresas en la protección de los consumidores, especialmente cuando se trata de productos destinados a niños.
A pesar de la controversia, la película ‘Wicked’, que ha recaudado 360 millones de dólares desde su estreno, no parece haber sufrido un impacto negativo significativo. La situación ha sido ampliamente discutida en redes sociales, donde muchos usuarios han expresado su sorpresa y descontento con la situación. Este incidente pone de relieve la importancia de la supervisión en la producción y comercialización de juguetes, así como la necesidad de que las empresas mantengan altos estándares de calidad y seguridad.
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